A más de
dos semanas después del atentado terrorista en la capital de Bélgica, mientras
el gobierno se ocupa de reforzar los sistemas de seguridad y evitar próximos
ataques, los habitantes se encuentran en una especie de recuperación
psicológica, y es que pensar que puedes estar en un sitio y segundos después
una bomba podría explotar a tu alrededor lleva a un miedo difícil de evitar.
La mañana
del 22 de marzo, fue para Bruselas un día marcado. Primero, dos explosiones en
el Aeropuerto de la capital, que ocasionaron unas 14 muertes, y más tarde en la
estación de metro de Maelbeek/Maalbeek, una explosión dentro de uno de los
vagones, dejando, inevitablemente, cerca de 20 muertos y el resto de pasajeros
heridos.
Sin duda
alguna lo que se vive en la capital de Bélgica es terror y así lo confirman
diferentes declaraciones por parte de los ciudadanos. Días después del suceso
los comerciales no querían abrir, las personas tenían miedo de salir, la
amenaza de un nuevo atentado seguía latente.
Mientras
pasaron los días, las cosas fueron normalizándose, el aeropuerto volvió a
funcionar desde el pasado domingo 3 de abril, luego de reponer los daños y
reforzar los sistemas de seguridad, y con aplausos, los pasajeros de los
aviones homenajearon las muertes que se produjeron en el lugar.
Al mismo tiempo,
las autoridades lograron capturar a los principales sospechosos de haber
participado en el atentado y han quedado ilesos. La última noticia que se dio,
tranquilizó un poco a los pobladores, la captura de Mohamed Abrini, conocido
como “el hombre del sombrero” quien también tuvo lugar en el atentado a París.
En el resto
de Europa y el mundo esta noticia ha desencadenado polémica, España, por
ejemplo, se ha visto afectada por la muerte de una joven española de 29 años de
edad en el aeropuerto y por nueve heridos, de los cuales cinco están
hospitalizados. Y así, la mayoría de los países de la UE se han impactado con
el hecho, porque no cabe duda de que en cualquier momento pudieran recibir un
atentado en sus capitales.
Testigos
afirman que este crimen fue un propio “escenario de guerra”, con sangre
corriendo y escombros por todos lados, y es que el Estado Islámico sigue
demostrando su interés en amenazar y provocar un estallido mundial, de hecho
dirigen sus ataques a los sitios más significativos de los países, pues en el
caso de la estación de metro, El Parlamento y otros entes gubernamentales
estaban muy cerca. ¿Por cuántas más capitales irán?
Susana S.
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