10 de febrero de 2016

El lío de los títeres etarras


Bueno, Carmena no sale de una cuando le explota la siguiente en la cara. La última es el escándalo de los titiriteros pro-etarras que han sido denunciados por enaltecer al terrorismo en un acto público que – para colmo – era para niños. No solo era una actividad del ayuntamiento sino que, además, se suponía una ocasión para pasarlo bien en familia. Qué sorpresa se llevarían los espectadores cuando las “bromas” empezaron a tener una connotación demasiado cercana a la realidad terrorista de España.

¿Libertad de expresión o enaltecimiento del terrorismo? Mostrar unas pancartas pro-etarras en medio de una actuación de niños no resulta aceptable, menos siendo un acto público, menos todavía corriendo de parte del ayuntamiento de Madrid con dinero del contribuyente. Estos asuntos se los toma muy en serio la ley por el daño que ha causado el terrorismo en el pasado a muchas personas que tienen que vivir con las secuelas tanto físicas como psicológicas. Ahora el ayuntamiento lanza balones fuera, sí, se harán cargo de la investigación pero aseguran desconocer el contenido de la actuación.

Pues el trabajo de alguien era conocerlo al dedillo para juzgar si era apto para los más pequeños, sus padres y cualquier asistente a los eventos del carnaval. Luego, alguien no hizo los deberes bien y debería acabar en la calle por vago/a. Por otra parte, el porvenir de quienes protagonizaron la representación no parece muy favorable, ya que les va a caer una buena. Después de esto, creo que pueden ir cambiando de profesión ya que sus nombres acabaran asociados a la desagradable escena pública.

Vale que haya libertad de expresión pero así como no se pega a alguien en una representación tampoco caben ciertas cosas. No vale todo. Lo que sucede en este país es que muchas veces quienes traspasan los límites se van de rositas, hasta que ya es demasiado descaro. Entonces es cuando tienen que vérselas con las consecuencias legales de su insensatez, falta de empatía e irresponsabilidad. Me parece muy bien que se escarmiente a estos señores ejemplarmente para evitar que escenas así se repitan en el futuro.

Pero, además, espero que también se lleven sendas reprimendas los encargados de la organización del evento, ya que alegar ignorancia solo demuestra su culpabilidad; el tirón de orejas se lo merece desde quien contrató a estos elementos subversivos hasta la misma cúpula del ayuntamiento por no enterarse de lo que se cuece nunca. Si es que no ganan para disgustos, les pasa de todo porque no están preparados para el mando y no saben bien como organizarse.

César P.  

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