El otro día estaba
sentado en mi asiento favorito en un bus de recorrido interurbano y
pude escuchar una conversación entre dos conductores de la empresa
de transportes. No suelo poner la oreja cuando habla gente que no
conozco pero sentado en primera fila al lado de la puerta delantera
es complicado no escuchar lo que dicen dos personas a medio metro de
distancia, máxime cuando están cabreados por el descaro de la mutua
(aseguradora) que la empresa tiene contratada para darles la baja
laboral y otras cuestiones.
Resulta que menganito
contaba a fulanito que claro, como le habían tenido que operar,
había estado de baja un mes pero le dieron el alta tan rápido que
pareció sospechoso. Pudo trabajar tres días y tuvo que darse de
baja de nuevo porque tenía la rodilla hinchada como un balón. Vaya
tela. ¿Culpa de menganito? Qué va, los de la mutua de las narices
le habían vendido la moto de que ya podía regresar a su puesto de
trabajo para que la empresa se ahorrase algo de dinero – supongo.
Pero el conductor aún no estaba recuperado y sufrió las
consecuencias, la rodilla se le inflamó al borde de lo aceptable, no
podía estar frenando un bus con esa pierna todo el rato.
Y, digo yo, los jodidos
médicos que trabajan para esa mutua pasan de todo o que diablos,
estamos hablando de la seguridad de todos los pasajeros y del
conductor en juego porque unos señores quieren ahorrarse unas
perras. Esto resulta tan descarado que presté atención al relato.
La conclusión fue que es mejor ir a la Seguridad Social para estas
cuestiones porque allí sí te dan la baja y más en las condiciones
en las que iba este señor que apenas podía andar. Se las veía para
subir y bajar del bus, ¡cómo diablos le dieron el alta después de
tan poco tiempo tras una operación de ligamentos de la rodilla!
¡Encima cuando su trabajo depende de una buena coordinación motora
para llevar el bus!
Resulta difícil de creer
pero es la realidad de algunos trabajadores en este país donde hay
jefes desalmados que prefieren ahorrarse dinero a costa de la salud
de sus trabajadores. Tela. Incluso el médico de la Seguridad Social
le dijo que no se creía que le hubiesen dado el alta aunque,
claramente, lo habían hecho ya que el conductor volvió a su trabajo
por unas 72 horas antes de tener que darse de baja de nuevo por ser
incapaz de estar conduciendo tantas horas seguidas. Increíble.
César P.
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