El frío ya se deja sentir
en Madrid, es casi como si el cambio de horario hubiese puesto el punto de
partida para la época gélida del año. Me encuentro destemplado en ocasiones y
me sienta fatal. Lo peor es que casi nunca estoy así, por eso me molesta
sobremanera. No sé a qué se debe, no será porque no empiece el día con un buen
café cargado en condiciones. ¿Me estaré haciendo mayor y ya no aguanto las
inclemencias del tiempo como antaño? Vete a saber, aunque me llevo bien con el
frío. Eso sí, cuando estoy destemplado tengo un humor de perros porque me
siento literalmente dentro de una nevera.
Días nublados se alternan
con días con un sol más bien tímido. A veces llueve pero no siempre y esto
también me toca un poco la moral. Veréis, el coche lo llevo un poco sucio pero
con las lluvias intermitentes no sé si limpiarlo o echarle un poco de jabón.
Más bien no hago ni lo primero ni lo segundo, opto por una posición neutral. El
resultado es que si bien se limpia con la lluvia, al quedarse húmero coge mucho
polvo después. Así, una fina capita de polvo cubre gran parte de mi coche estos
días.
Otro asunto es la ropa,
hay que salir correctamente ataviado cuando va a caer agua del cielo. También
debes llevar el calzado idóneo para no acabar empapado en un charco salvaje que
aparezca por el camino, que los hay y no son pocos. Estas consideraciones son
las que me arremeten cuando estoy medio dormido y tengo que vestirme para salir
de casa. Es un rollo ya que a veces no sé ni lo que hago, me toca cambiarme dos
veces ya que la técnica ancestral de coger lo primero que pillas es lo que
tiene: no siempre cuela.
Por no mencionar en lo
complicado que me está resultando levantarme por las mañanas. En estas épocas
del año las sábanas y mantas de la cama se vuelven pegajosas, te adhieren y te
retienen en “contra” de tu voluntad. La almohada tiene un somnífero especial
que aparece en estas fechas, ¿no lo sabíais? Como defensa, el cuerpo humano se
coloca en posición fetal para resistir este torrente de somnolencia. Vas y te
duermes. Intentas levantarte y caes de nuevo, vuelta a empezar. Cuando menos te
lo esperas, ya son las 10 AM y empieza a ser un canteo estar en la cama. ¡Así
no hay quien viva! ¡Qué vida más dura!
César P.
No hay comentarios :
Publicar un comentario