2 de octubre de 2015

La lucha interna del lado oscuro con uno mismo


Mi vida sigue pasando por cambios tan inéditos como interesantes. A pesar de que me he convertido en un responsable currante en cuestión de meses y de que voy a ser padre en medio año, estoy muy tranquilo respecto del futuro. Nunca he sido de las personas que se mueren de preocupación pero lo mío me parece poco habitual, sobre todo si considero las circunstancias en las que han tenido lugar ciertos sucesos. Resulta interesante como se presentan las cosas en la vida, por no decir que parece que no está exenta de ironía.

Sin embargo, una lucha interna sigue teniendo lugar en mi mente. Desde hace mucho tiempo he tenido pronto difíciles de aguantar, cuando algo me cabrea me descargo como un trueno sobre un pararrayos. Esto es algo que sorprende a algunos, quienes nunca me han visto en esa faceta, cuando se lo comento. Quienes han tenido que aguantar estos enfados saben de lo que hablo aunque casi nadie de esas personas leerá esto. Las he perdido a casi todas por el camino.

Por una cosas o por otras, he dejado de hablar con ex-parejas e incluso he perdido a quien se hacía llamar mi mejor amiga hace pocos años. Los motivos nunca han sido mis cabreos pero sin duda han tenido que ver en el asunto. Soy un borde y lo admito. Si bien suelo estar tranquilo, hay muchas cosas que me molestan. Lo curioso es que no soy un quejica, cuando paso frío me abrigo en silencio, cuando tengo calor bebo agua pero en ningún caso me quejo a nadie. La cosa cambia radicalmente cuando alguien hace algo que me molesta.

Pero no me sale siempre, ya que si no tengo confianza con una persona no me cabreo como en mis peores momentos. El proyectil va teledirigido a quienes están más cerca de mi y no es algo grato de ver pasar. En realidad, he llegado a tener situaciones muy tensas con mi actual pareja, la madre del bebé que esperamos. Y, ¿por qué? No lo sé, cuando lo pienso tampoco es para tanto, suelen ser auténticas tonterías. En el pasado he intentado hacer frente a este asunto pero no sé si he tenido éxito alguno.

Quiero pensar que he hecho mejoras en este tema pero me entran dudas en ciertos momentos. ¿Puedo controlarme más? ¿Necesito alguna forma de desahogarme? Es posible. Y, mientras, la batalla interna sigue en curso.

César P.

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