23 de octubre de 2015

El agente comercial de ING

Ya van dos veces en la última semana que nos aborda – a mí y a mi pareja – el mismo agente comercial de ING con la historia de la cuenta sin comisión. La primera vez le dijimos que no nos interesaba o algo así. Hoy, le hemos dicho que no trabajamos, a lo cual éste nos ha preguntado que si estábamos recibiendo la prestación. Siguiendo nuestra coartada para pasar de su oferta respondimos que no, que no recibíamos nada. El comercial sintió pena y nos lo dijo, además, nos deseo buena suerte en la búsqueda de trabajo. Me sentí mal por mentir pero no quería que nos soltara el discurso.

No me gusta mentir pero a veces es – casi – la única forma de no pararte a escuchar amablemente y con una falsa sonrisa lo que te cuenta un agente comercial. Hay que comprenderlo, el hombre solo hace su trabajo aunque a la gente no le suela interesar lo que tiene que ofrecer. Luego lo pensé, ¿no estaría bien una cuenta sin comisiones? Entonces recordé que tendría que volver a domiciliar todo lo que me cobran y sería un rollo. Además, no puedo irme de Bankia completamente. Luego, para qué...

Lo que me ahorraría en comisiones (cobros de mantenimiento o lo que sea, desconozco la oferta porque no escuché al comercial), me repercutiría en tiempo invertido para domiciliar pagos y, encima, tendría que seguir con al menos una cuenta en Bankia. No renta. Solo me serviría tener una cuenta ING para guardar una tarjeta más en la cartera donde podría tener ahorros pero para eso ya tengo una cuenta (de menos uso habitual) en Bankia. Luego, para qué…

Sin embargo, estos agentes te intentan vender las ventajas de las cuentas de ING, es su trabajo. Hay que entenderlo. A pocas personas veo hablando con ellos, son casi como parte del mobiliario del centro comercial, casi, casi. La vida de agente comercial tiene que ser dura, la gente te ignora y no agradece lo que intentas ofrecerles. Muchas veces son cosas que la gente no necesita pero tienes que hacerles creer que sí vendes necesidades.


Alguna que otra vez, me habré parado a escuchar a los comerciales pero ha sido raro, suelo decir que “no tengo tiempo” o que “no, gracias” y sigo por mi camino. No suelo comprar cosas que no me parecen necesarias así que los comerciales tienen poco negocio conmigo. Es lo que hay.

César P.

No hay comentarios :

Publicar un comentario