Creo que es un error. No
me parece la forma adecuada de volver a tener una mascota al poco tiempo de
perder a un perro. Sobre todo cuando aún no se ha superado esta pérdida. Hay
que tener claro que las mascotas no son idénticas, cada perro tiene su personalidad.
Lo mismo se aplica a cualquier animalito que llevemos a casa. Cada uno se
comporta de una forma única y es irrepetible. El error reside en no darse cuenta
de esta situación, dejarse llevar por la nostalgia y tratar a la nueva mascota
como a la anterior. No es sano.
El ciclo de la vida es
así, todos los seres vivos nacen, viven y mueren algún día. Eso es así, no es
ni cruel, ni “malo”, es la vida. A algunos les puede parecer injusto pero la
vida – y lo sabéis – nunca es “justa”. Las cosas nunca se presentan como
queremos idealmente y, por lo mismo, a todos les llega el día. Que conste que
no digo que no haya que sentir la ausencia. Desde luego, la pérdida de alguien
es dura pero hay que asumirlo y superarlo. De lo contrario, acabarás de cabeza
en el agujero negro de la depresión.
No hay que confundir las
cosas. Una nueva mascota es una experiencia que empieza desde cero, hay que
conocer al perro, sus gustos y enseñarle su nuevo entorno poco a poco. Es un
proceso de aprendizaje mutuo que acerca a la mascota y dueño mediante la
convivencia. Al principio, y esto sucede más con mascotas de protectoras, el
perro puede presentarse muy asustadizo e inseguro. El dueño debe tener la
paciencia necesaria para mostrarle como funciona su entorno nuevo.
En este proceso, la
personalidad de cada mascota queda de manifiesto. Hay perros más juguetones que
otros; algunos no paran de moverse, lo exploran todo. Otros, en cambio, se
quedan en una esquina y lo observan todo desde lejos con ojos inseguros. Depende
también de las experiencias anteriores que aún tenga en la mente el can. Cuando
un perro ha sido maltratado, se nota en sus movimientos, se presenta a la
defensiva o distante de una forma poco habitual en una mascota canina.
A mí me da pena que
algunas personas crean que los animales son de usar y tirar, que pueden hacerse
con una mascota y luego pasar de ella cuando les venga en gana. No mola nada.
Estos animales merecen terminar en un hogar donde se les dé cariño.
César P.
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