Puede sonar a
tópico pero repito mucho esta pregunta. A veces por asegurarme del
contenido del temario de un alumno, otras veces en plan broma pero
sin duda muchas veces por sorpresa. Siendo honesto, a mí me
enseñaron muchas cosas en el instituto pero aprendí por mi cuenta
lo mío. Puesto que siempre he sido curioso, cuando cogía libros
siempre acababa dando vueltas a los temas de mi interés. Sin
embargo, no mucha gente hace esto, según parece, lo cual me lleva a
pensar que pertenezco al pequeño conjunto de los curiosos
empedernidos.
Entre mis alumnos,
la abrumadora mayoría son adolescentes o jóvenes. El perfil
habitual es alguien en bachillerato o en los últimos años de ESO
que tiene dificultades con las matemáticas o la física. Algunas
veces, me toca dar más de una asignatura al joven en cuestión, con
lo cual puedo hacerme una idea eficaz de sus intereses. Cuando hay
escasa curiosidad, lo cual es la abrumadora mayoría, los progresos
son limitados. Por no mencionar que he conocido a muchos chicos que
apenas abren un libro muy de vez en cuando. O ni eso, siquiera.
Esto me lleva a
pensar en que padecemos una seria enfermedad mental que denominaré
pasotismo mental crónico. Veréis,
el problema es muy simple y su resolución muy compleja: siempre hay
una minoría que se encarga de hacer el trabajo arduo y/o de innovar.
El resto de los mortales se contenta con usar lo que otros crean para
el ocio o con motivos poco serios. Después de todo, para qué
hacerlo uno si lo puede hacer otro, ¿no? ¿Os suena de algo ese
argumento? Los orígenes de esta auto-excusa se remontan al insti,
cuando en vez de calcular algo de cabeza el adolescente usa la
calculadora a ciegas.
¿Cuál es la
solución de este mal? Primero, como suele ocurrir, hay que ser
conscientes de que existe una patología. Yo me pregunto, si somos la
especie inteligente del planeta, qué sentido tiene no trabajar en
saber más de nosotros mismos y de todo cuanto nos rodea. ¿Qué
sentido tiene que el antepasado del simio aprendiese a hablar si
ahora no dice nada que valga la pena? Siempre he creído que el mero
hecho de poder comprender justificaba cualquier esfuerzo por saber
más, por ampliar nuestros límites. ¿Me he equivocado tantos años?
¿Qué es lo que nos enseñan en el insti?
César P.
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