Para quien no se haya enterado ya, hoy se han peleado animalistas y
pro-taurinos en Valladolid. La celebración del toro de La Vega es
una de las más mediáticas de la región y ha sido el sitio elegido
por decenas de antiturinos para quejarse del maltrato animal. Incluso
ha habido quien se ha echado el candado al cuello a una señal de
tráfico para obstaculizar el paso de la corrida que tiene lugar por
las calles de la ciudad. Sin embargo, este radical ha sido desplazado
por la policía en unos minutos cuando han conseguido cortar el
candado que lo sujetaba al poste.
Por si fuera poco, los animalistas se han ido a las manos con los
taurinos. Incluso han cobrado lo suyo los periodistas que estaban
cubriendo la noticia, se ha visto como uno se llevaba un palazo.
Vamos, que la cosa se ha ido de las manos y la policía ha tardado
mucho en hacer frente a lo que pasaba, pues paseaban cual
espectadores por en medio de la multitud cuando ya había claros
indicios de que no iban a limitarse a palabras. Por una parte,
quienes apoyan la fiesta sueltan el típico argumento de que es
cultura, que suena más a lo que diría un cavernícola sobre el
entretenimiento. Por otra parte, los animalistas no han conseguido
impedir que se lleve a cabo la corrida por las calles de la ciudad a
pesar de su insistencia.
Es más, se ha soltado al toro en medio de la gente de forma
insegura. Después, se ha abatido al animal de manera irregular
según las normas del torneo
y, por lo tanto, no se ha
entregado el trofeo al responsable. Resulta que nadie ha ganado el
premio este año pero el toro ha muerto de todas formas. Supongo que
lo que algunos consideramos entretenimiento dista mucho de lo que
otros encuentran entretenido. Ya de paso, ¿por qué no se trae de
vuelta al circo romano?
César P.
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