20 de julio de 2015

Dolor de espalda


Me he despertado después de una jornada dura y por un instante mi cuerpo parecía exento de molestias. La alegría no me ha durado mucho. Al empezar a moverme, los dolores han reaparecido por todas partes. Desde hace semanas, siento que algo en mi espalda se ha roto un poco más y empiezo a temer por mi bienestar. Siento una corriente que me recorre desde la nuca hasta la zona lumbar izquierda. Es como una línea de dolor que se manifiesta a poco de empezar mis actividades diarias.

¿Será una versión más malévola de mi contractura?

No lo sé, pero creo que me vendría bien averiguarlo. Estoy considerando recurrir a un fisio para tratarme otro poco. El año pasado ya probé un poco esta solución pero lo descontinué. Pensé que podría curarme por mi cuenta pero ese no ha sido el caso y ahora temo estar empeorando lentamente. Haber trabajado largo y tendido durante el último año ha mellado mi condición física seriamente. A pesar de que aún camino mucho y no tengo problemas con ello, creo que debería dedicarle más tiempo a mi entrenamiento físico.

Es más, debería retomarlo de una buena vez. Quiero volver a nadar de nuevo, me vendría genial para la espalda y me gusta mucho. También me vendría muy bien ejercitar el resto del cuerpo, ya que hace tiempo que no hago deporte. Estoy en otro de esos momentos de flacidez general y no puede ser.

He entrenado mi mente más de lo que yo mismo esperaba pero he descuidado mi cuerpo estos últimos años. Por este motivo, va siendo hora de solucionar este asunto. Creo que voy a empezar a correr y tal vez hasta me apunto a un gimnasio cerca de casa. Tengo bici pero no la uso. Me falta tiempo pero ahora en verano lo tengo algo más fácil para organizarme. Con algo de suerte y mucha dedicación, tal vez pueda aprovechar las horas muertas para ejercitarme un poco. Corpore sano in mens sana, como reza el viejo proverbio.

Ahora mismo, y desde hace años, he descuidado mi físico porque siempre he sido más de leer, estudiar y escribir. También me gusta mucho jugar al ordenador, ver series y películas. Estos hábitos nada tienen que ver con mover el cuerpo y menos con ejercitarlo en manera alguna. Todo esto, claramente, pasa factura. Pero bueno, también es cierto que no todo está en mi contra. Siempre se me dio bien hacer deporte, cuando lo hacía – claro está. Creo que retomando los viejos hábitos podré recobrar parte de mis habilidades.

Qué mejor momento del año que el verano para emprender este proyecto, ¿no? ¡Empieza oficialmente la operación fitness!

César P.

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