Hace poco, tuve que
llevar a mi novia a un naturista en busca de un tratamiento para su malestar
generalizado de estómago. El diagnóstico nos dijo algo que ya sospechábamos,
que después de tantas infecciones y medicamentos tenía la flora bacteriana
mermada y el conducto intestinal un poco tocado. Le recetaron medicamentos para
tratar por un lado la inflamación del duodeno y para reactivar la flora
bacteriana.
Después de una semana y
media, ella ha vuelto a comer alimentos condimentados, carnes rojas y está
probando casi cualquier comida aunque todavía tiene recelos sobre algunos
alimentos. Y es normal, si yo hubiese estado cerca de cuatro meses con dieta
blanca, evitando grasas y aceites y sin poder probar una larga lista de alimentos,
también desconfiaría de casi todo lo que hay para comer. Y quién no, ¿verdad?
Nunca había visto tanta frustración
en alguien a la hora de comer, también es cierto que no había visto a nadie
sufrir del estómago de esa forma. Ha sido como una inflamación permanente que
los medicamentos convencionales (antiinflamatorios y protectores de estómago)
no han podido solucionar. Antes, más bien, lo han empeorado, por lo menos los
antiinflamatorios y antibióticos que ha tenido que tomar ocasionalmente.
Es como si los
medicamentos convencionales hubiesen producido tantos efectos secundarios
adversos y perjudiciales que ha salido el tiro por la culata completamente. No
solo no ha podido curarse sino que ha estado empeorando constantemente.
Intensos dolores estomacales durante meses ponen de mal humor a cualquiera. ¿Alguien
sabía que tomar agua puede causar dolor cuando tienes inflamado el duodeno? Pues sí, al parecer es posible por increíble
que resulte pensar en ello.
Y desastroso. Imaginad no
poder comer nada salvo arroz y, tal vez, pescado durante meses. Ver la comida
delante de ti y no poder llevarte nada a la boca porque el dolor que te va a
causar será insufrible. Eso sí, a pesar de comer la dieta blanca, te va a
doler. La única diferencia es que puede que duela un poco menos si es dieta
blanda. Horrible.
Tras ver todo esto y
tener que esperar meses entre citas de la Seguridad Social, un día de me
ocurrió probar lo que hacen los naturistas y parece que esa ha sido la clave.
Ahora, Tamy está mucho mejor que hace unos días. Eso sí, ha hecho la dieta más
intensa de toda su vida no por voluntad propia sino por fuerza mayor. La
operación bikini ha sido inevitable esta tempada.
César P.
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