Después de un
periodo de ambigüedad, el sol parece más estable sobre la capital.
Hemos pasado un mes de lluvias y nubes que opacaban la luz solar,
hemos tenido que salir de casa con el chubasquero o el paraguas, lo
que a cada uno le vaya más. Pero ahora parece que el mercurio se va
a quedar alto de forma permanente. Hace un calor que ha sorprendido a
muchos, a mí el primero. Llevo dos días pasando calor y ahora ya me
he hecho a la idea.
Curiosamente, me
he encontrado con gente que dice que hace frío. Será que no han
salido a tomar el sol, ¿será que son de sangre fía? Yo he rozado
la sofocación en algunos lugares y he tenido que tirar de bebidas
con hielo para aplacar tanta agitación. Incluso he pasado auténtica
sed estos días, si es que este sol que nos ha salido de debajo de
las piedras le quita el aliento a cualquiera. Ahora sí que parece
verano, ya no hay duda sobre cuál es la estación que se avecina.
Las horas de luz,
además, son notablemente más en esta época del año. Ahora empiezo
y acabo mi jornada laboral con luz. Hace un par de meses, en cambio,
siempre volvía a casa de noche, o casi siempre. Viene mejor para el
ánimo que haya tanta luz, ya que cuesta muchísimo menos salir de la
cama. ¡Se acabó lo de remolonear durante horas hasta el próximo
invierno! Ahora lo que pide el cuerpo es salir a tomar el solecito
que tan bien sienta.
¿Lo único malo?
Para mí, el polen. Este año me ha enrojecido la garganta sin
piedad. No creo que haya sido solo la mala hostia de las plantas,
algo habrá tenido que ver la contaminación que se respira en Madrid
pero entre ambos factores me han dado la lata a base de bien. Sin
embargo, el remedio milagroso ha podido más: la miel. He tomado miel
incluso con las comidas, ya que mi novia preparó pollo a la miel con
limón. Está muy bueno. ¡Y mejor sienta a la garganta!
Tirar con
caramelos de miel también es buena idea, son un pequeño plus que no
viene nada mal a quienes pasamos horas yendo de un lugar para otro.
Ese polen que anda en el aire o lo que sea, espero que se largue en
breve y nos deje respirar mejor. Ahora nos toca disfrutar de la mejor
época del año, aunque el calor empezará a ser muy bochornoso en
breve...
César P.
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