31 de mayo de 2015

Los efectos de las vitaminas: un mes después

Hace aproximadamente un mes que empecé a tomar vitaminas de forma regular. Al principio, tomaba Berocca a diario y los efectos fueron inmediatos. Me sentía más energético, más ágil, iba más rápido de aquí para allí. Y, lo más curioso de todo, me empecé a sentir más feliz. Desde el primer momento, tuve un estado de ánimo más saludable, no sé si por sentirme físicamente mejor o porque las vitaminas me hicieron sentir así directamente. El caso es que me funcionó a las mil maravillas.

Con el paso de las semanas, empecé a tomar los efervescentes cada pocos días. Sobre todo, aquellos días que sabía que tendría mucho ajetreo o cuando no había dormido bien para contar con un plus a mi favor. Desde luego, las vitaminas no hacen milagros pero diría que los efectos positivos han sido innegables en mi caso. Algo que no deja de llamar mi atención es que estas pastillas no surten el mismo efecto en todas las personas que las toman. Solo se puede conocer su efectividad probándolas.

He introducido una variación en las últimas dos o tres semanas, me he hecho con viales de jalea real bio. El efecto de estos viales es mucho más leve que el de los efervescentes, ya que son de composición natural al 100%. Además, los viales tienen una función energética mayormente, aunque también aportan ciertas vitaminas. El chute es más fuerte cuando tomas algo manufacturado, esto queda demostrado por la experiencia.

Cuando tengo un día ligero, a veces me tomo un vial de jalea para tener un poco más de energía y cuando tengo mucho lío, confío en un efervescente. Sin embargo, ahora me puedo pasar días sin tomar ninguno de los dos y no noto ningún bajón, es como si el cuerpo se me hubiese acostumbrado a estar “a tope”. Otro efecto positivo de tomar estos productos es que no he pillado ningún constipado ni ningún malestar por el estilo a pesar del cambio de tiempo.

Este resultado también se debe a mi habitual consumo de miel de abeja. Tengo un tarro de 1 kg que pronto tendré que renovar y que me viene durando meses. Cuando tengo ocasión de hacerme con miel natural a buen precio, no me lo pienso dos veces. Mi punto débil es el aparato respiratorio, siempre he tenido propensión a estar malo de la garganta y el pasado invierno no lo ha puesto fácil. Sin embargo, desde que empecé a tomar miel con las comidas y para endulzar lo que bebo (sobre todo el café), he notado una mejoría irrefutable.


Este verano, tengo planeado seguir investigando las propiedades de productos naturales que me ayuden a estar en buena forma y salud. ¡Hay que ponerse a tope para el buen tiempo!

César P.

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