Vivimos una época
de innumerables locuras, qué duda cabe. Los sinsentidos de la raza
humana alcanzan niveles increíbles de irracionalidad: destruimos
nuestro hábitat, iniciamos guerras y un largo etc. La prueba de que
hemos perdido el norte reside en una práctica bastante habitual: el
abandono de uno mismo. Nos cuidamos más que antes pero no mejor y
vivimos vidas tan vertiginosas que no es raro olvidarnos de la
persona más importante del mundo para cada uno: el yo.
Está claro que
actualmente contamos con las herramientas para disfrutar de una mejor
calidad de vida, de más salud y prevenir muchos malestares. A pesar
de ello, de poco vale tener que curar si la precaución es nula, los
malos hábitos están generalizados. La comida fritanga es lo que se
lleva, dormir poco, trabajar mucho, no comer a las horas adecuadas...
Son muchas las costumbres que contribuyen a minar nuestra salud, ¿las
conocemos? Y, en caso de que sí, ¿por qué no las ponemos en
práctica?
Un poco de
ejercicio físico de forma regular, comida equilibrada y buen
descanso es lo que el cuerpo necesita para estar en óptimas
condiciones. Pero el estilo de vida que llevamos nos lo pone difícil.
Para empezar, los horarios de las comidas pocas veces se mantienen,
por lo menos en mi caso. Por no mencionar que lo mismo un día toca
sandwich para comer y otro un plato de comida en condiciones. Y, a
veces, picar algo y a correr. Es lógico pensar que todo este
desbarajuste pase factura a la larga.
Hablemos de las
horas de sueño, otra asignatura pendiente. Hay mucho trabajo por
poner al día, fechas que cumplir y nos pilla el toro. Luego, no es
posible dormir la cantidad ideal de horas, que para muchas personas
está entre 6 y 8 horas. Otros
necesitamos entre 5 y 6 horas, las cifras cambian un poco según cada
persona y la edad. Antes necesitaba dormir más tiempo pero
últimamente veo que me apaño con menos horas de sueño. Esto me
viene bien para trabajar más pero tampoco es lo que parece, ya que
arrastrar cansancio no es buena idea. Hay días en los que ni
durmiendo 10 horas me recupero.
¿Ejercicio habitual? Creo que es lo único que hago medianamente
bien de las tres bases que he mencionado. No suelo hacer deporte pero
si camino una cantidad considerable a diario. Además, siempre me ha
gustado caminar. Soy de esas personas que hacen un recorrido del
Google Maps en la mitad de tiempo indicado porque solo sé ir a una
velocidad: a toda marcha. Pero esto no es suficiente para estar bien
de salud, prueba de ello son los malestares que me han perseguido
recientemente y las fluctuaciones en mi peso durante el último año.
Me he dado cuenta de que cuando algo te molesta empiezas a pensar en
lo que podrías hacer mejor y es entonces cuando te das cuenta de
todo aquello que llevas haciendo, no digamos mal pero sí, no tan
bien como podrías. Hacer un poco de autoevaluación personal es la
única forma de ver todos los aspectos mejorables de nuestra vida.
Porque, eso sí, te aseguro que nadie más puede hacerlo con la misma
dedicación que tú mismo.
César P.
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