No me
iba de Madrid desde hace casi un año. El verano pasado hice el
último viaje y desde entonces no he salido de la capital para nada.
En todo este tiempo, he estado dando clases aunque no al mismo ritmo.
Desde hace medio año, vengo trabajando a un ritmo frenético que ha
estado a punto de romperme
por
todas partes hace poco. Ya no aguantaba más ni física ni
psicológicamente, me he visto sumido en la presión de la rutina.
Por eso, y porque a la vuelta me queda un sprint final para acabar la
carrera, he decidido salir este puente. Me voy a desconectar casi
totalmente, aunque no al cien por ciento. Aprovecharé este fin de
semana largo para relajarme pero también para poner al día algunos
documentos en los que he estado trabajando. Mi destino ha sido la
playa de Málaga, ya que el buen tiempo invita a tomar el sol y
veranear anticipadamente. A ver si el tiempo acompaña.
Hace tan solo unos cinco días que hice la reserva de hotel y compré
los billetes de autobús. Ha sido como si estuviese destinado a ir a
este sitio, ya que conseguí hacerme con una de las últimas plazas
de uno de los pocos hoteles que quedaban en la ciudad. El resto se
localizaba como poco a 10 km o 20 km de Málaga ciudad. Además, he
tenido al suerte de no sufrir el sobrecargo que supone viajar en
puente, ya que me ha salido a precio estándar. ¿Otra sugerencia del
destino?
Los buses, como suele pasar, cuestan lo mismo en todas las épocas
del año. Por desgracia (y fortuna), los buses que parten a primera
hora del viernes 1 estaban ya cogidos, solo quedaban aquellos que
salen a media mañana como el servicio más temprano. Teniendo en
cuenta que el viaje es de 7 horas, no salía muy rentable perder toda
la mañana y gran parte de la tarde en desplazarnos hasta allí.
¿Había solución? Claro, bastaba con mirar el último servicio del
día anterior, Jueves 30, a las 23 h.
Aunque la llegada a Málaga resulta un poco madrugadora, en realidad
es lo mejor que se puede hacer porque se aprovecha el primer día al
máximo. Un poco de café, una duchita con agua fría para salir del
letargo que el bus nos impone y voilà, estaremos listos para salir a
patearnos toda la ciudad. Ya solo quedan unas horas para empezar a
pasarlo bien este puente largo que termina en el día de la Madre, si
vais a algún lugar más os vale pillar algún detalle para vuestras
mamás.
César P.
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