Hace años practicaba deporte con mucha frecuencia. Nunca fui
un deportista pero si me gustaba patear el balón cada vez que la ocasión se
presentaba. Sin embargo, a lo largo de los años fui dejando de jugar al fútbol
y cuando entré en la universidad dejé de hacer ejercicio habitualmente. Algunos
años después, veo que esta decisión me ha pasado más factura de lo que
imaginaba y me encuentro en la necesidad de retomar el ejercicio por mi
bienestar.
Lo que más me preocupa ahora mismo es mejorar la condición
de mi espalda, ya que el año pasado me hice una considerable contractura que
sigue siendo mi azote. Esta semana santa he tenido mi penitencia particular en
forma de dolor de espalda cuasi-permanente. A pesar de mis esfuerzos, no he
conseguido deshacerme del dolor hasta hace poco, cuando ha tomado forma de
molestia tolerable.
¿La receta del éxito? Nada fuera de lo común, lo primero que
he hecho esta mañana han sido algunos estiramientos y ejercicios destinados a
los grupos musculares que se encargan de mantener la postura adecuada. Hace
unas semanas leí un artículo que detallaba estos ejercicios, basados en un
manual de las fuerzas militares estadounidenses, gracias yanquis, os debo una.
Estiramientos y ejercicio. Paliar una contractura cervical y
la sensación de mochila colgada no es tontería, ahora les tengo mucho respeto a
los fisioterapeutas. Sin embargo, admito mi culpabilidad. Años de mala postura
y muchas horas delante del ordenador me han causado un gran dolor en la
espalda, literalmente.
Después de intentar estiramientos, descanso y pastillas
creo que la única verdadera solución al problema es estirar y hacer ejercicio.
Una sola medida no basta para que esto se vaya.
Sin duda alguna, ahora me arrepiento de haber dejado de
hacer deporte hace años, tal vez ahora no estaría en esta situación pero quién
sabe. El problema al que me enfrento, sin embargo, me impide fortalecer los músculos
de la espalda de forma inmediata, ya que podría causar más daño que bienestar.
Creo que lo más adecuado es acudir a un fisio que me dé una buena paliza en la espalda y cuando tenga las fibras
musculares en mejor estado probaré fortalecer esos grupos musculares.
Hasta entonces, sin embargo, estiramientos y ejercicio leve
es la única medida que tengo para tirar pa
lante.
La verdad es que los dolores de espalda no son nada divertidos,
debido a los grandes músculos que pueden estar involucrados – y de la zona
afectada – hablamos de mucho dolor. Además, hablamos de un dolor que no se va
con pastillitas, se necesitan relajantes musculares y yo me he negado a tirar
por ese camino.
Por no mencionar que pocos médicos se molestan en recetar
algo más que ibuprofeno. Eso sí, las cremas antiinflamatorias ayudan mucho con
un buen masaje pero tampoco son la cura. Lo mejor es combinar varias medidas
para combatir este malestar: masajes, descanso, estiramientos, ejercicio leve y
un poco de paciencia, ya que es una proceso de recuperación que requiere
tiempo. Mejor prevenir que curar, nunca mejor dicho: tolerancia cero con las
malas posturas.
César P.
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