Ahorrar dinero no
es moco de pavo, seamos sinceros, siempre viene bien tener un poco
más de efectivo en el bolsillo. Si tenemos en cuenta que
alimentarnos es una necesidad constante, hablamos de una cantidad
apreciable de dinero a final de mes. Coger un hábito de ahorro
resulta complicado pero una vez lo consigamos los beneficios son
incuestionables.
Primera regla del ahorro. Una
buena costumbre que sirve en todos los ámbitos económicos de la
vida es recortar gastos. Deshacerse de lo innecesario es el primer
paso para aumentar los beneficios. Por lo tanto, debemos pensar en
aquello que no sea completamente necesario antes de empezar a hacer
más modificaciones. ¿Se os ocurre algo? Eliminando unas pocas
cosas, se puede llegar mejor a fin de mes.
No seas vaguete. Eso
es, la vagancia hace que (mal)gastemos más tiempo y todo tipo de
recursos valiosos en la vida. También perdemos dinero por vagancia
en muchas ocasiones. ¿Cómo es esto posible? Imaginemos que vamos al
supermercado más cercano a nuestro domicilio y compramos todo allí.
Pues bien, puede que ese supermercado a dos manzanas de distancia,
también conocido como la competencia, tenga algunos descuentos
interesantes ese mismo día pero por
vagos
nos lo perdamos.
Así es, la vagancia es un mal que hay que combatir y que no solo
afecta al bolsillo: también empeora la salud. Matemos dos pájaros
de un tiro, caminemos un poco más y echemos unas cuentas para ver
dónde nos conviene más comprar. En poco tiempo, nos sentiremos
mucho mejor con la nueva situación.
Infórmate
en tu súper favorito. La
información es poder, siempre lo escuchamos en las películas de
espías pero, además, podemos aplicarlo en la vida real sin mucho
esfuerzo. Estar al loro de las ofertas nos puede ahorrar mucha pasta
gansa, ¿a qué ahora te interesa más? Lo único que tienes que
hacer es recolectar folletos informativos o entrar en las páginas
web de los supermercados que mejor te pillen ya sea cerca de casa o
de camino al trabajo, lugares por los que tienes que pasar sí o sí.
Se
un comprador selectivo. Una
vez conozcas las ofertas en los lugares estratégicos, estarás listo
para sacar el máximo provecho a lo que el libre mercado tiene para
ti. Es posible que sea más cómodo comprarlo todo de una sola vez y
en el mismo lugar pero con un poco más de esfuerzo también es
posible comprar lo mismo por menos precio.
Estos
buenos hábitos de compra pueden ser difíciles de asimilar al
principio pero sin duda recompensan a largo plazo, tu bolsillo te lo
agradecerá.
César P.
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