El
anuncio del premio extra del día del padre de la ONCE me ha hecho
gracia este año, ya que presenta hijos e hijas con sendos padres que
les echan la bronca al más puro estilo paternal preguntando cuántas
veces te habré dicho...
para lo cual la respuesta es unánime en cada caso: 17 millones,
papá, 17 millones (la cuantía del premio este año) ante la cara de
estupefacción de los padres por la enorme cantidad de la cifra. Sin
embargo, el gesto se corrige de inmediato cuando se dan cuenta de que
se trata del premio de este año.
Tiene su puntillo
de gracia, manteniendo un estilo simple y cercano. Hay que reconocer
que este año han hecho un buen trabajo quienes hayan diseñado estos
spots publicitarios. Dan ganas de comprar lotería y dejar que tu
padre te suelte la bronca con tal de responderle que 17 millones (de
veces) aludiendo al premio. Supongo que eso es justo lo que buscan
quienes están detrás de esta publicidad.
Resulta
interesante pensar en lo hondo que calan algunos anuncios, después
de todo, ¿quién no suelta alguna frase de anuncio de vez en cuándo?
Como eso de decir tengo el pelo Pantene
o
soltar un ¡Yoigo! cuando suena esa melodía, etc.
Algunos de ellos duran años en nuestra mente y afloran cada vez que
se repite una ocasión determinada para hacer la
gracia, ¿recordáis ese
afro del 11811? Cada vez que veo pasar a alguien con un afro por el
estilo recuerdo ese mítico anuncio. Sí, desde luego hay anuncios
que no se van en mucho tiempo...
En
realidad, eso es lo que pretenden los publicistas que se lo curran
para que el anuncio pegue.
En esta ocasión, el del premio extra de la ONCE ha tirado por
conmover mostrando el lado más paternal de un hombre, ese señor que
se preocupa por nosotros preguntando cuántas veces nos habrá
recordado esto o lo otro. Ese padre que está allí para cuidar por
el bienestar de la familia, que se lo deja todo para que no falte
nada, ese padre es el que se merece nuestro cariño.
Puede que no nos
llevemos del todo bien con nuestros padres en todo momento pero hay
que reconocer que, al menos la mayoría, están allí cuando pasa
algo y no nos dejan tirados. También hay casos patológicos de
padres que habrían perdido todos los puntos si hubiese un carnet
para ser padre. Es más, de haberlo, a más de uno no se lo
renovarían. Pero padre solo hay uno y es el que nos toca, porque
como dice el anuncio, el premio es casi más grande que el amor de un
padre.
César P.
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