Por fin, después
de meses con el deseo en mente, me he hecho con un teclado nuevo.
Tiene delito, puesto que paso por delante de varias tiendas de
electrónica a diario. Sin embargo, cuando tengo tiempo no me acuerdo
y cuando no lo tengo, sí. Y así, erre que erre, me ha llevado cerca
de medio año comprar otro teclado. Más delito tiene esto, si cabe,
considerando que escribo mucho, largo y tendido en ordenador. Como
dice el refrán, en casa de herrero cuchillo de palo.
Pronto me desharé
de mi viejo teclado inalámbrico cuya tecla E ya casi brillaba por su
ausencia. El humilde teclado de marca blanca ha estado conmigo
durante varios años a lo largo de los cuales le he metido una caña
que no es baladí. Su declive llegó después de largas horas jugando
online, ya que cuando se juega se aporrea el teclado, mientras que
cuando se escribe el contacto es más parecido a acariciar las teclas
con delicadeza, como si colocásemos los caracteres suavemente
delante de nuestros ojos. La zona más tocada después de meses
batallando en internet eran las teclas más utilizadas para los
atajos del juego, QWER y ASDF.
Por primera vez,
estoy probando un teclado ergonómico, que si bien no es del todo
ergonómico si imita la forma básica de este tipo de teclados. Lo
que me parece curioso es que algunas teclas con más grandes que
otras, debido a la disposición circular de las mismas. La ligera
curvatura permite mantener la disposición natural de las manos en
gran medida, minimizando el dolor de manos que puede aparecer tras
horas de mecanografía. Creo que de alguna manera mis manos y muñecas
me lo agradecerán con el paso del tiempo.
El único problema
es que la enorme mayoría de teclado que, como éste, tienen botones
de acceso directo a ciertas funciones pero que funcionan en Windows
por defecto. Digo que es un problema porque el ordenador que uso para
escribir usa Linux, reduciendo la funcionalidad de las teclas
especiales notablemente. No deja de hacerme gracia el hecho de que la
tecla de Windows funcione en Linux, ironías
de la informática, supongo.
Supongo
que si trasteo un poco configurando las funciones de las teclas
especiales podré asegurar la completa funcionalidad de mi nuevo
teclado. Porque eso sí, puede que haya problemas para hacer
funcionar las cosas en Linux pero personalización sobra por doquier,
no como en el SO de Microsoft. Las pruebas iniciales son
prometedoras, todo indica que este teclado me permitirá escribir más
cómodamente por mucho tiempo. Ahora que tengo las herramientas, solo
hace falta ponerme a ello, hasta que salga humo del teclado. No puede
ser tan difícil... ¿no?
César P.
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