El exdirector
del Fondo Monetario Internacional, en adelante FMI, que ya fue
acusado de un escándalo en un hotel de Nueva York hace unos años,
ahora se enfrenta a una pena de 10 años tras las rejas por pasárselo
en grande con chicas en un par de ciudades de Francia y Nueva York,
cuando viajaba por asuntos de negocios. En su defensa, intenta alegar
que él solo practicaba un poco de libertinaje pero que desconocía
que las chicas fuesen mujeres de la noche.
Sin embargo, ¿de verdad alguien se va a creer que alguien a cargo
del FMI pecaba de ser tan inocente? En fin.
Este
asunto me recuerda a los escándalos de Berlusconi, quien dio mucho
que hablar hace unos años por invitar a menores de edad a algunas de
sus fiestas más privadas. Desde luego, estos señores se lo han
pasado en grande pero el problema no es ese - ya que no somos tan
aguafiestas como para acusar a alguien por divertirse. El pequeño
gran problema es que en ambos casos se cometió alguna que otra
ilegalidad en estas celebraciones.
Por
no mencionar que no esta nada bien visto que personajes que ostentan
cargos tan representativos vayan por ahí pendoneando a lo grande. En
su derecho están de pasarlo bien en su tiempo libre, qué duda cabe,
pero dentro de lo legal. Strauss-Kahn se libró del lío con una
trabajadora de un hotel newyorkino después de llegar a un acuerdo
económico pero esta vez lo va a tener más difícil, ya que se
enfrenta a las autoridades francesas y las acusaciones son más
serias. Presuntamente es responsable de apoyar el proxenetismo de
forma regular.
No
es el primero, ni será el último, alto cargo que acaba en el
banquillo de los acusados por cometer excesos durante su mandato.
Resulta un poco cansino que un gran número de estos señores acaben
siendo juzgados, parece que va a ser cierto eso de que el poder
corrompe a quien lo tiene, puesto que la falta de moralidad está un
tanto generalizada entre políticos y otros altos cargos de
instituciones tan relevantes como el mismo FMI. ¿No se tienen en
cuenta los valores de una persona cuando se le elige para el cargo o
qué está pasando?
Igual
es que tenemos muchos lobos vestidos de corderos que pecan de
soberbia dando por sentado que podrán hacer lo que les dé su
regalada gana y salirse con la suya. Esperemos que a Strauss-Kahn le
caiga una buena por dos motivos: porque se lo merece y para que otros
aprendan la lección antes de dárselas de grandes señores.
César P.
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