Hay una regla no
escrita pero que es bien sabida en el mundo empresarial, a saber, que
los precios nunca bajan. Sin embargo, en algunas cadenas de
restaurantes es muy evidente que la calidad de los ingredientes ha
bajado mucho. Por si esto no fuese suficiente injuria para el
comensal, la cantidad también se ha visto mermada seriamente en los
últimos años. Pero los precios no han variado a pesar de que las
modificaciones en los platos así lo requiera.
La
gente sigue abarrotando las principales cadenas como si nada de esto
supusiese un problema. Tal vez es que son poco exigentes con su
comida. Puede que no les importe que les cobren lo mismo por platos
que son de menor calidad que hace unos pocos años. Porque no es
posible que no se hayan dado cuenta de que cobrar lo mismo por algo
de menos nivel es dar gato
por liebre, ¿verdad?
Las grandes cadenas son las que más nos la dan con queso, como se
suele decir, ya que bajan la calidad cuando les viene bien para
aumentar los beneficios.
El consumidor siempre es el que sale perdiendo, ya que si quiere algo
de mejor calidad, debe desembolsar ese dinerito que vale. Si, por el
contrario, se resigna a lo que le venden a un precio más asequible,
no será nada para tirar cohetes y dar saltos de alegría. Encuentro
cierto descaro en como funciona el mundo de los macronegocios, el
beneficio parece ser lo único que importa y al consumidor que le
den... lo que compre.
Cada
vez quedan menos opciones entre las que elegir si lo que buscamos es
una relación calidad-precio aceptable. En cadenas como la de Vips,
ya no se sirven platos como los de antes
y en el Corte Inglés se venden artículos de calidad de los chinos
pero a un precio mucho mayor. Hay que andarse con ojo para no comprar
algo que realmente no valga el precio de su etiqueta, salvo cuando se
trata de ciertas marcas que no se han visto afectadas por este
fenómeno encarecimiento camuflado.
Prefiero que suban los precios un poco a que se vendan cosas por el
mismo precio esperando a que nadie se dé cuenta de que no valen lo
que cuestan. Al menos me parece más honesto subir el precio para
mantener la calidad debido al paulatino encarecimiento de la vida.
Sea cual sea el caso, los precios nunca bajan.
César P.
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