8 de enero de 2015

Qué nos han traído los reyes


Ha pasado bajada de reyes y toca hacer recuento de los regalos con los que nos han alegrado los magos de Oriente este año. Hay quien da a conocer a todos los vientos lo que los tres reyes magos les ha traído, y, también, los hay más discretos. A algunos, si han sido buenos, les habrá tocado lo que querían y a otros, más zascandiles, puede que les haya llegado – tan solo – un trozo de carbón. Los más afortunados tal vez hayan recibido carbón dulce como consuelo.

Siempre me ha hecho gracia la importancia que la gente le da a los reyes. A veces, es evidente cuales han sido los regalos, vas a una casa y ves una televisión nueva mucho más ostentosa, sobran las preguntas. En otros casos, la cosa es más sutil, puede que sea algo pequeño, un adorno, un colgante, algo que no es fácil de identificar a simple vista. Pero las noticias corren como la pólvora, no pasa mucho hasta que uno se entera de lo que han han traído los reyes a los demás este año.

Hay quienes son más insistentes, deben asegurarse de que te sabes al dedillo lo que les han regalado este año y, con este objetivo, no hablan de otra cosa ni dejan de repetirlo hasta la extenuación física y psíquica. Conversaciones del estilo: “me han comprado esto, y esto, y lo otro, y ...” se han repetido por todas partes ayer en la Península. Ya cansa un poco. Lo bueno del asunto es que estos monólogos se apagan pronto, solo duran el día de reyes y – para más tortura – el día siguiente, que es cuando el éxtasis por los regalos de reyes alcanza su máximo.

Es curioso este fenómeno, ya que no me ha hecho falta preguntar lo que han traído los reyes a nadie. Antes de pensar, siquiera, en la pregunta, me han aclarado el asunto con lujo de detalles. Esto se aplica de la misma forma a prácticamente todas las personas con las que he hablado en los pasados dos días. Algo más que me sorprende sobre los reyes magos es la gran acogida que tiene la celebración en España, en contraste de otros países.

En América Latina, la fiesta más celebrada – y cuando se dan los regalos – es Navidad, o sea, Nochebuena. En Europa del este se celebra San Nicolás, a principios de diciembre. Pero España, que está en medio geográficamente, celebra con mucho fervor los reyes magos como la fiesta de los regalos. ¿Por qué? Supongo que así se ha desarrollado la tradición, no sé si habrá algún motivo histórico para estas diferencias pero resulta interesante pensar en ello. De todas formas, la historia siempre se me ha dado mal, ejem.

Mientras aún nos dura la resaca de los reyes, ya toca volver a la rutina desde hoy. Los que tenemos algo más de suerte aún no retomamos toda la rutina pero sí parcialmente. Los que no son tan afortunados ya han empezado a currar y/o estudiar hoy mismo. Y los que lo son aún menos, no han tenido vacaciones. Creo que tengo poco de lo que quejarme. Eso sí, espero que los reyes no traigan más carbón a lo largo de este año.

César P.  

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