16 de enero de 2015

Me das todo el ébola


El lenguaje cambia un poco cada año, nuevas palabras se añaden al vocabulario para describir sucesos inusitados, como los scraches de los que se habló el año pasado, y en caso de duda se tira del inglés para ser más cool,como de costumbre. He allí la razón de que nunca escaseen los programas con nombres en puro anglosajón, como el famoso concurso Master Chef, o alguna combinación más o menos afortunada de español e inglés, o sea, spanglish, como es el caso de la serie televisiva Gym Toni (juego de palabras que suena casi como gin tonic).

Hace unos años escuchaba incrédulo a mi profesor de lengua y literatura afirmando irónicamente que al paso que íbamos algún día de un futuro no muy lejano se acabaría aceptando como correcto decir cocreta o incluso me se cayó. Pues bien, como podemos comprobar en internet, se han aceptado palabras como cocreta, asín o setiembre por parte de la RAE, como vulgarismos en algunos casos pero están ahí. Y todo porque hay una gran cantidad de personas que hablan asín.

Algunos, llamadnos puristas, echamos de menos la tilde del más que ahora la RAE tacha de innecesaria aunque no incorrecta pero sugiere que no se use. ¡Pamplinas! Quiero que mi más siga llevando tilde, me parece que tiene más clase así, la tilde es un plus, ¿lo pilláis? También se dio muerte a la tilde de la o cuando esta vocal está entre dos números.

El origen de esta desechada tilde es práctico, ya que una o puede confundirse con un 0 si no se mira bien. ¿Un cambio justificado? Es posible, puesto que ahora las fuentes han evolucionado lo suficiente como para evitar errores como este, que data del tiempo de las máquinas de escribir. En cualquier caso, la ó no se echa tanto de menos porque su uso no era tan habitual en las generaciones más jóvenes. Algunas reglas sencillamente van cayendo en desuso, la RAE se da cuenta y coge el machete.

Llevo años meditando sobre algunos de los cambios que se han introducido y siempre acabo en la misma idea: que los jóvenes son quienes impulsan la evolución del español. Ayer leí que se está creando el primer diccionario de lenguaje SMS, ¡me sorprende que hayan tardado tanto! Ya debería existir alguno oficial, sobre todo con el auge de las nuevas tecnologías.

Los SMS llevan lustros entre nosotros y ahora lo que se lleva es el Whatsapp, donde también medran las abreviaturas por doquier. Textos como xra mi wai o mñn alas 10 son difíciles de entender para quienes no usan habitualmente las redes sociales, mensajes de texto, etc. Será interesante ver como se adapta la lengua para acoger este tipo de contracciones obligadas por la escasez de caracteres en algunas publicaciones, como los famosos 140 caracteres alfanuméricos de Twitter.

También hay un efecto negativo en todo esto, ya que a veces escribir de esta forma malacostumbra al usuario. Se ven muchas perlitas en contextos en los cuales debería hacerse un uso correcto del idioma. Gente que no diferencia a las con alas, a ver con haber o, uno de mis favorito, Agusto con a gusto. Algunas veces me hace gracia leer sinsentidos así pero otras me cabrea y hasta me sangran los ojos. Como dice un chaval que conozco, me dan todo el ébola.

César P.

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