Los regalos
electrónicos están a la orden del día este año. Los drones se han
hecho con buena parte del mercado de juguetes. Por si no sabes qué
son los drones: son esos aparatos voladores de pequeño tamaño que
se controlan desde un mando, el móvil, la tablet, etc. La mayoría
de estas navecillas radiocontroladas cuentan con una cámara HD para
mayor disfrute de quien lo pilota. Es posible ver en directo lo que
el drone está grabando y echar selfies desde el aire. La
autonomía de los drones es limitada, por lo que junto con el aparato
se suele comprar una batería o dos para que la diversión no se
acabe pronto.
Los móviles,
tablets y ordenadores también son regalos habituales en estas
fechas, ya que todos queremos estar a la última y cuesta seguir el
ritmo a los fabricantes de dispositivos electrónicos. Los más
pequeños de la casa quieren juguetes. Cada año hay alguno que se
pone de moda, tanto así que se agotan las existencias y los padres,
abuelos o hermanos mayores tienen que “pelearse” por las pocas
existencias que queden. No se puede dejar para último momento, los
Reyes, al igual que pasa con la Navidad, es algo que hay que
planificar si lo que se quiere es regalar ese regalo
tan deseado.
Pero
no todo es estrés en enero, tenemos las tan ansiadas rebajas para ir
a desahogarse con algo bonito que ponerse a mitad de precio. Este
conjunto de sucesos está diseñado para que el ciudadano medio, es
decir, la mayoría de nosotros haga una sola cosa: desembolsar ese
dinero que lleva en el bolsillo. Desde luego, para los grandes
almacenes, supermercados y tiendas de ropa es la mejor época del
año. Literalmente, se acaba bien un año y se empieza el otro muy
bien, también. Un negocio redondo en el que los consumidores son
canalizados para no irse del rebaño.
César P.
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