2 de diciembre de 2014

El anuncio de Lotería de Navidad de 2014


Este año el anuncio de la lotería de navidad se ha lucido y no ha dejado a nadie indiferente. Ha conseguido cautivar a los televidentes, en contraste a la sosedad que ostento el año pasado. Tanto así que no consigo recordar el anuncio de 2013, pero sí recuerdo que no me dijo nada en absoluto. Este año, en cambio, el anuncio nos abre una ventana a la esperanza con solo unos segundos de metraje. Difícilmente se podría resumir más un mensaje tan simple como el que en estas fechas nos quieren comunicar desde loterías y apuestas del Estado: hay que soñar.

He visto reacciones de todo tipo ante el anuncio de este año. Las primeras opiniones que me llegaron fueron positivas, me incitaron a ver el anuncio aludiendo a su conmovedor contenido aunque ya lo había visto parcialmente en el telediario. Lo he visto varias veces desde entonces en televisión y he podido fijarme en los detalles del mismo. Creo que es un anuncio simple, que no ostenta mucho en cuanto a la puesta en escena; es todo mensaje.

También han llegado a mí otro tipo de opiniones, sobre todo de incredulidad y sorpresa. “Eso no pasa en la vida real” o “si fuese verdad, él no lo haría”, me han comentado. Incredulidad, escepticismo, sí, pero no indiferencia. No sé lo que buscaban exactamente los creadores de este anuncio pero supongo que llegar al televidente era uno de sus objetivos. En dicho caso, enhorabuena, ya que la gente ha hablado del anuncio ya sea para halagarlo como para desmentir que el sueño pueda cumplirse.

Hay personas que han dejado de soñar en voz alta pero dudo mucho que hayan dejado de soñar del todo. Tal vez sientan temor a parecer inocentes ilusos al decir en voz alta algo como “¡ojalá me tocase a mí!” pero la moraleja de la historia es que si juegas, puede tocarte. Es muy improbable, sí, pero no imposible. Sin embargo, si por dejar de creer dejas de soñar, y lo que es peor, dejas de hacer entonces tu vida se estanca. De una forma u otra, creo que cada persona necesita tener fe en algo y mantener algún que otro sueño dentro.

No se trata de que se cumpla o no. La mayoría de los sueños que albergamos no llegan a cumplirse. Y en caso de hacerse realidad, la vida real nunca es como lo imaginábamos, ¿no? Luego, no se trata de que se haga realidad o no, se trata de soñar. Soñar porque los sueños son el alimento del alma y sin alimento el alma se marchita como una flor a la que no le llega el agua. Creo que este anuncio sirve para algo más que para invitarnos a comprar lotería, que es lo de menos, ya que nos recuerda algo mucho más importante, algo necesario para que nuestras vidas tengan sentido sumidos en el ajetreo y la monotonía: hay que soñar.

César P.

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