Ser
autónomo es no depender de algo externo para realizar una actividad
determinada. Es imposible ser completamente autónomo en esta vida,
ya que nuestras vidas son muy complicadas y hay muchas cosas para las
cuales siempre necesitaremos a alguien más; como las reparaciones en
la caldera que lleva a cabo un hombrecillo que se caracteriza por
cobrar ingentes cantidades de dinero por su tiempo. Sin embargo,
podemos ser autónomos en varias de las facetas de nuestra vida,
independientes y libres para crear nuestro propio camino.
La
única forma de ser autónomo al cien por cien es irnos a vivir en
medio del campo o a una isla perdida por nuestra propia cuenta,
quedarnos allí sin pedir ayuda a nadie y sobrevivir con nuestros
medios. Pero creo que muy pocos de nosotros renunciaría a las
comodidades de la vida hasta tal punto, aunque con la compañía
adecuada... En fin, algo así conllevaría numerosas dificultades que
habría que aprender a superar y, en cierta medida, es impracticable.
No nos
pongamos pesimistas ante una conclusión tan extremista. Es posible
ser autónomo en las varias de las facetas importantes de nuestra
vida, esa es la buena noticia. La no tan buena es que no resulta
fácil llegar a serlo. Estamos sujetos a numerosas presiones en
nuestra vida, de amigos, familiares, compañeros de trabajo,
clientes, socios, etc. Tanto es así que ser uno mismo en gran parte
de las circunstancias que se nos presentan parece una ilusa quimera.
Pero es posible que no lo sea tanto.
Creo
que es posible ser autónomo en una medida muy alta, lo suficiente
como para sentirse cómodo con uno mismo. Y, al fin y al cabo, de eso
se trata, ¿no? El objetivo es vivir la vida con plenitud y estar en
equilibrio en todas las facetas de nuestra existencia tanto como sea
posible. Mantener ese equilibrio es tarea difícil pero vale la pena.
Se autónomo implica madurar en la dimensión emocional lo suficiente
como para no depender de opiniones externas. Ser autónomo es
conseguir ser capaz de resolver situaciones imprevistas. Ser autónomo
no es lo mismo que ser autosuficiente y produce más satisfacción.
En
ningún caso se trata de prescindir de los demás, pero sí de
conseguir la cantidad adecuada de independencia. A menudo no nos
damos cuenta pero arraigamos dependencias insanas que pueden
torturarnos a lo largo de años y ser, desde las sombras, una fuente
de infelicidad. Actualmente, creo que una persona no puede ser plena
si no consigue un nivel de autonomía elevado. Igual conozco algún
día a alguna persona que me desmienta pero aún no lo he hecho. Ser
feliz no puede implicar depender de otra persona o de ningún objeto,
ya que la felicidad duradera está dentro de uno mismo, es la que se
consigue siendo autónomo.
La
autonomía es uno de los requisitos del bienestar interior. Además,
es necesaria para minimizar las relaciones dañinas que podríamos
albergar en nuestra vida. Hay miles de ejemplos que muestran cómo un
cambio de chip puede hacer más bien por una persona que cualquier
otra cosa. La única forma de empezar estar bien es librarse de las
cargas que suponen las opiniones de los demás o sus críticas, es
decir, crecer en autonomía.
César P.
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