Hace tan solo unos días se ha dado a conocer que el otrora
presidente durante 23 años de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, está
implicado en una trama de corrupción de dimensiones insospechadas. Desde hace
meses, se venía sugiriendo que la familia Pujol había malversado fondos
públicos y que habían utilizado sus influencias para lucrarse. Pero nada hacía
sospechar que la trama sería tan grande como lo que está saliendo a la luz
actualmente.
En primer lugar, dejemos algo claro: no es posible que estas
personas se hayan lucrado durante tantos años sin que nadie se enterase. Por lo
tanto, ha habido muchas más personas implicadas, ya sea voluntariamente o
mediante coacción, en esta trama. Incluso ha habido casos de extorsión a
empresarios por parte de miembros de la familia Pujol, según algunas denuncias
recientes.
Coches de lujo, mansiones, cuentas en paraísos fiscales,
etc. La trama de los Pujol alcanza límites aún desconocidos y parece salida de
una película. Por su parte, Jordi Pujol ha tenido la desfachatez de presumir de transparencia durante años en las
instituciones que dirige. Sin embargo, todo esto se ha venido abajo ahora que
se empieza a conocer lo que, en realidad, ha estado haciendo el ex-presidente
de la Generalitat.
Según la información recabada recientemente, varios miembros
de la familia participaron en la trama. Los hijos de Pujol adquirieron coches
de lujo por precios exageradamente bajos (sin pagar impuestos) y también se
sospecha que otros miembros de la familia se hicieron con viviendas de forma
similar. La familia Pujol también se repartía los contratos que debían salir a
concurso público entre las empresas que gestionaban ellos mismos.
Por no mencionar los diversos contratos de dudosa necesidad
que se llevaron a cabo desde la Generalitat por todo tipo de servicios que
siempre daban a parar a empresas creadas por miembros de la propia familia.
Hablamos, pues, de un negocio familiar: el de repartirse los fondos públicos.
Un negocio muy lucrativo que involucra a gran parte de la familia Pujol y que
llevará tiempo en ser investigado a fondo.
Aún es pronto para conocer la cantidad de dinero malversada
a lo largo de tantos años pero se han arrojado cifras en los medios que indican
cerca o más de 500 millones de euros en paraísos fiscales, sin tener en cuenta
los bienes y propiedades a nombre de los Pujol que han sido adquiridos de forma
sospechosa.
Esta trama es una de las más corruptas de la historia de
España y se ha desarrollado a lo largo de décadas sin que nadie haga nada al
respecto. ¿Se hará justicia ahora o se limitarán a cobrar una tasa y dejar que
los Pujol salgan ganando? Del futuro político de Pujol no hablamos, pues es
inexistente, pero qué más da si tiene 500 millones de euros, ¿verdad?
César P.
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