21 de julio de 2014

Cómo ponerse en forma este verano: mente y cuerpo (parte IV)

En las anteriores entradas hemos hablado sobre algunas de las pautas para ponerse en forma físicamente. En este artículo voy a centrarme en otro de los aspectos de la salud: poner en forma la mente. Para estar en equilibrio, es decir, para gozar de una buena salud es preciso nuestra parte física y mental estén en buena forma. Solo trabajando estas dos componentes de nuestro ser podremos llegar a tener buena salud en el sentido más amplio de la palabra.

No se trata de asimilar grandes cantidades de conocimiento. Aunque puede ser útil y un método perfectamente viable de estar en equilibrio, entrenar la mente no quiere decir estudiar tanto como se pueda ni aprender muchas cosas para luego recordarlas de memoria. Se trata de algo más básico y que se podría resumir como: usar la increíble máquina que es nuestro cerebro.

Al igual que un músculo de nuestro cuerpo, si no usamos nuestro cerebro con regularidad éste se atrofia y rinde menos. Hay muchas actividades que nos permiten entrenarnos mentalmente para estar en un mejor equilibrio, como leer, escribir, aprender nuevas destrezas, etc. Todas estas actividades tienen algo en común: son productivas. Dedicarse a ocupaciones que nos enriquecen intelectualmente siempre es positivo y nos permite alcanzar el bienestar.

El entrenamiento físico y una dieta saludable complementan bien el trabajo mental que propongo. Justo como en el caso de la actividad física, cada uno puede encontrar una actividad intelectual que se ajuste a sus necesidades y gustos. Puede que esta actividad sea leer un periódico habitualmente o resolver sudokus, entre muchas otras posibilidades. Lo que importa es poner a trabajar nuestro cerebro y ejercitarlo.

Además, cualquier cosa que aprendamos – por pequeña que sea – nos reporta siempre algo positivo. En ese sentido, aprender algo nuevo siempre debe ser bien recibido. También es recomendable trabajar en aquellos hábitos que pueden estar repercutiendo negativamente en nuestras vidas, para lo cual hay que hacer una evaluación interna de nuestro estado mental.

Todos tenemos algún comportamiento que podríamos trabajar para estar en un mejor equilibrio con nosotros mismos y nuestro entorno. Encontrar esos malos hábitos es el primer paso para poder desarrollar mejores comportamientos, más productivos y más sanos. Es recomendable considerar la orientación de un profesional en este ámbito o recurrir a la literatura relacionada con temas de psicología, autoayuda e incluso filosofía.


Para gozar de salud también hay que tener una visión sana del mundo. Entrenar nuestra mente para alcanzar un estado más saludable que nos permita disfrutar de los encantos de la vida puede ser una tarea mucho más ardua que alcanzar un estado físico aceptable pero sin duda los dividendos que nos reporta valen la pena el esfuerzo.

César P.

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