Ayer no se hablaba de otro asunto. La abdicación del rey
Juan Carlos I de España sucedió a primera hora del día durante la mañana. Todos
hemos oído la noticia ya sea por los medios de comunicación o de oídas a través de algún conocido. El
debate estaba en todas partes, en la Red, en Whatsapp, en Facebook, etc. ¿Por qué ha abdicado? ¿Qué pasará? ¿Habrá
referéndum? Estas son solo algunas de las preguntas más repetidas en todas
partes.
Hay quienes no han tardado en alentar a las personas para
promover separaciones justificando sus actos por medio de nacionalismos
innecesarios. Para variar, algunas personas quieren aprovechar la situación
para conseguir su beneficio propio, como puede ser más poder o influencias.
Esto resulta lamentable, pues aún queda mucho por hacer para sacar a este país
de la situación en la que se encuentra.
Hoy hemos podido ver al rey y a su hijo Felipe en el
Escorial en un acto militar. Se espera que mañana ambos vuelvan a pronunciar
sendos discursos en actos distintos. Además, es posible que la ley que proclame
la coronación de Felipe VI podría estar lista hacia el 18 del presente mes.
Dentro de poco, asistiremos a un momento histórico que no se ve a menudo en
España: la sucesión de Felipe.
Actualmente, la Casa Real no se encuentra en el mejor de sus
momentos. Su imagen se ha visto desgastada debido a diversos escándalos de
corrupción, malversación de fondos, etc. Por eso, hay quien cree que la
abdicación de Juan Carlos I es un intento de renovar la imagen de esta familia.
Además, como ya es sabido desde hace años, la salud del rey se ha visto considerablemente
minada tras sucesivas intervenciones médicas y por el paso de los años. No
estaba ya en condición de hacer frente a los vaivenes de palacio.
Felipe es uno de los pocos miembros de la Casa Real que no
se ha visto afectado por los escándalos mencionados. Él podría renovar la
aceptación de la familia real en este país y ser un digno sucesor de Juan
Carlos I. Todo indica que tendrá la oportunidad de hacerlo, pues por mucho que
protesten algunos el referéndum no es necesario ni está asegurado.
Por no mencionar que este no es el mejor momento para
plantearse un cambio en la Constitución y en el modelo de Estado de este país.
Hay prioridades mucho más urgentes que atender. Aunque haya detractores de la
monarquía, es el modelo que resulta más barato en Europa, o uno de ellos. Los
jefes de Estado de otros países (puesto análogo al de rey sin serlo) cobran
ingentes cantidades de dinero y España no está para derrochar, le duela a quien
le duela.
En los próximos días veremos cómo un momento histórico va
tomando forma ante nuestros ojos. Seguiremos de cerca todos estos acontecimientos
y esperemos que contribuyan al comienzo de una nueva época de crecimiento en
España. Después de todo, no todos los años se cambia de rey.
César P.
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