Hace un par de semanas, Juan Carlos I anunciaba su
abdicación por motivos de salud, personales y, en general, por las
circunstancias en las que se ha visto sumida la Casa Real de España. Era el
momento de un cambio y Juan Carlos ha pasado el relevo a alguien más joven,
menos manchado por los escándalos y con buena aceptación, su hijo, Fernando.
Hemos visto la coronación de Fernando VI hace tan solo unos
días y las cosas ya parecen estar cambiando. Por una parte, Fernando VI no se
ha visto envuelto en ninguna corruptela ni ha estado nunca en el ojo de la tormenta.
Esto sirve de garantía para ganarse, poco a poco, la aceptación de los
españoles. La figura de Juan Carlos I estaba ya un tanto desgastada, por no
mencionar que el anciano monarca poco podía hacer en su actual condición
física.
Hay quienes se han levantado en protesta buscando aprovechar
la oportunidad de un referéndum contra la monarquía. Ninguna de estas
iniciativas tenía pinta de poder calar hondo en la población. Siempre habrá
anti-monárquicos o pro-republicanos pero éste no parecía ser el momento en el
que tales ideales cuajaran en la sociedad. Por no mencionar que la abolición de
la monarquía parlamentaria en España es decisión del Parlamento y no del pueblo.
Sin entrar en el análisis sobre los gastos que un cambio de estructura en el
Estado acarrearía.
En cualquier caso, controversias aparte, Fernando VI es el
nuevo rey de España y es el encargado de predicar con el ejemplo a partir de
ahora. Muchos cambios se presentarán en los próximos meses, empezando por el
aforamiento del rey Juan Carlos I (la aprobación de la ley que regule su nuevo status legal) y pasando por
modificaciones tan numerosas como el cambio de fotos, firmas, documentos,
monedas, etc.
Queda claro que cambiar de rey conlleva numerosos trámites,
cada uno de los cuales es necesario para que la nueva figura real se asiente en
España. A pesar de todo, creo que este cambio traerá más bien que mal para
todos. Por una parte, los nuevos reyes son jóvenes y pueden – solo por su
condición física – hacer más por
España que los anteriores reyes. Además, los ex reyes siguen en activo y de alguna forma pueden
seguir ayudando a cuidar la imagen de España.
Toda ayuda es poca para que este país salga del bache en el
que aún se encuentra. Solo por eso, creo que podemos esperar aportaciones
positivas de los actuales reyes independientemente de si apoyamos o no la
monarquía.
César P.
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