Ayer nos hemos visto sorprendidos por una noticia
completamente inesperada. La presidenta de la diputación leonesa era asesinada
a tiros en plena vía pública a media tarde delante de numerosas personas.
Cuando la representante del Partido Popular caminaba cerca de su domicilio, se
vio atacada repentinamente y murió a causa de los tiros pocos minutos después.
La noticia ha sorprendido enormemente a todos en el país mientras que se llevan
a cabo las investigaciones pertinentes para esclarecer lo ocurrido.
Según la información actual, una madre y su hija fueron las
responsables de este atroz acto de violencia. La progenitora fue detenida pocos
minutos después del incidente y la misma suerte corrió la hija poco después.
Los indicios apuntan hacia un ajuste de cuentas tras el despido de la hija, la
cual no iba a recibir el pago de una cantidad pendiente por parte de la
diputación tras casi tres años de espera.
El arma homicida no ha sido encontrada todavía y se continúa
con las pesquisas mientras se busca más información sobre lo ocurrido. A día de
hoy, se cree que la desesperación por una situación económica complicada ha
sido la causa de tan reprobable acción. En vez de recurrir a las autoridades,
madre e hija se han dejado llevar por un impulso, por la furia y, finalmente,
tomaron venganza con sus propias manos.
No es un comportamiento aceptable. No se trata de algo sobre
lo cual haya mucho que decir, pues crímenes como estos suceden en todas partes
cuando una persona – o más de una – pierde el control en un momento de furia.
Esto, sin embargo, debe enseñarnos una lección y es que no se puede dejar a las
personas desamparadas antes una situación como esta. Si la hija despedida
merecía recibir la paga pendiente o no está fuera de la cuestión, ya que nada
justifica una acción violenta como la que tuvo lugar ayer por la tarde.
Sin embargo, debemos considerar que no se trata de la única
persona que puede estar en tensión por motivos económicos en nuestro país.
Tampoco se trata de la única persona que podría tener acceso a un arma de
fuego. ¿Vemos a donde lleva esto? La situación es delicada y debe gestionarse
de manera ejemplar. Todos en España deben tener claro que estas conductas no se
van a tolerar y que el asesinato, o cualquier acto violento, no van a resolver
ningún problema económico.
La violencia no es una opción. El resultado es una persona
muerta y dos cuyas vidas se verán castigadas severamente. Por no mencionar los familiares
de las tres personas, afectados emocionalmente, o las parejas sentimentales,
etc. Muchas personas se verán afectadas por este suceso y todos podemos hacer
balance. Todos podemos aprender de los errores de alguien más. Descanse en paz
la víctima.
César P.
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