Ayer por la tarde, tuvo
lugar un suceso fuera de lo común en la Gran Vía de Madrid cuando la ex - presidenta
de la CAM, Esperanza Aguirre, decidió que era buena idea aparcar en el carril bus de la plaza de Callao
dificultando el tráfico mientras se dirigía a un cajero cercano a sacar dinero.
Como es habitual, un par de agentes de movilidad que estaban por la zona
procedieron a multar el coche mal aparcado y fue entonces cuando sucedió lo
inesperado.
En vez de permanecer en
el lugar y seguir las instrucciones de los policías, como debería hacer
cualquier ciudadano, Aguirre subió en su coche y se dio a la fuga derribando
una de las motos de los policías con su coche. Logró llegar hasta su casa,
donde se refugió un rato antes de salir a hablar con los policías que iban a
multarla en primer lugar. Al final, la multa fue interpuesta pero no sin
considerable esfuerzo por parte de los agentes.
A cualquier ciudadano
común y corriente le caería una multa y una denuncia por desacato a la autoridad
sin dudarlo. Además, lo más seguro es que acabase pasando algunas noches en el
calabozo más cercano. Pero en este caso, incluso se ha rumoreado que Aguirre
consideraba denunciar a los policías. Es decir, comete una falta que se pena
con multa y, encima, es ella la que se siente indignada por la situación.
¿Este es el tipo de
políticos que llevan las riendas del país? No me extraña que vayamos tan mal.
Con toda honestidad, no entiendo qué había de malo en recibir la multa
amablemente. En primer lugar, aparcar en un carril bus es algo que no
deberíamos considerar hacer salvo emergencia, ya que bloquea el tráfico y
molesta en gran medida. Además, no es un carril por el que debamos circular a
menos que llevemos un taxi o un bus – algo que la mayoría de nosotros no hace.
En segundo lugar, estoy
convencido de que por mucha prisa que podamos tener no cuesta tanto dejar el
coche en un lugar donde sí se pueda
aparcar y proceder a sacar dinero con tranquilidad. El centro de Madrid es una
zona atestada de coches a casi todas horas, en cualquier barrio no céntrico la
maniobra podría haber salido airosa
pero, ¿en el centro? Sería, como poco, épico. Sobre todo considerando la
ingente cantidad de agentes de movilidad que hay por la zona a todas horas.
Me sorprende y decepciona
en gran medida este suceso. Estoy sorprendido por la indebida reacción de
Aguirre ante una situación tan simple. No veo ningún motivo por el cual no
debiese seguir las instrucciones de los policías. La excusa del nerviosismo no
me parece en absoluto aceptable, ya que darse a la fuga es una falta muy grave.
Si la señora Aguirre no está cualificada para conducir, que no lo haga. Así
estaremos más seguros quienes transitamos por las calles de Madrid.
Por otra parte, me
decepciona ver que una de las figuras políticas más relevantes de los últimos
años es incapaz de lidiar con una situación tan cotidiana como recibir una
multa de tráfico por aparcar indebidamente. Su reacción me parece una muestra
de prepotencia y de falta de humildad a todas luces. Aún está por conocerse el
resultado del proceso judicial, el cual supongo que no supondrá ninguna
molestia para Aguirre salvo el pago de una multa. Cabe decir que darse a la
fuga está penado con vacaciones en prisión en este país.
César P.
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