O sea, si queremos volar
con Ryanair, al precio del billete hay que sumarle “taras” de forma inevitable.
¿Es esto realmente low cost? Por mi experiencia, volar en Iberia “low cost” o
económico – o el nombre que tenga – puede ser tan barato como volar con
Ryanair. Y la experiencia es más gratificante, no tienes que embarcar en un
aeropuerto perdido de la mano de dios en algún pueblo cuyo nombre no sabes ni
pronunciar. El problema es que no siempre puedes encontrar precios tan bajos en
compañías que no son low cost exclusivamente.
Algo parecido sucede con
otras “low cost” pero de forma más descarada, pues los precios ni son low, ni…
- bueno – que no resultan baratos se mire como se mire. Y, mágicamente, a
medida que realizas el proceso de compra online de los billetes van apareciendo
tasas de gestión, de servicios, impuestos codificados – para que no sepas quien
te lo cobra realmente – y debes pagar por una maleta si quieres facturar, etc.
Este es el motivo por el cual un servidor siempre viajaba sin maleta. Es más,
cuando descubrí que en las compañías “normales” no había que pagar por una
- pero solo una – maleta, hasta me sorprendí.
Pero esto es lo que
sucede tras usar durante años compañías low cost para volar de un sitio a otro.
¿Entonces cual es la ventaja de estas aerolíneas? La flexibilidad y la cantidad
de destinos, en resumen. No es ni lo divertido que es volar en un avión
pequeño, ni lo que mola ir a otra
ciudad para embarcar. Lo que de verdad vale su peso en oro es poder conseguir
vuelos a precios ridículos – Oporto a 10 €, sí, hay tasas, ¡pero aún así! – y poder
volar sin equipaje. Si puedes volar sin facturar, lo cual es factible para
estancias cortas, puedes aprovechar al máximo el low cost de estas compañías.
Yo puedo afirmar que es muy viable sobrevivir con lo que lleves en la maleta de
mano.
En esta línea, recomiendo
llevar una mochila vacía en el interior de tu equipaje de mano. ¡Te
sorprenderás de lo útil que puede ser tener una mochila para llevar tus cosas y
dejar la maleta de mano a buen recaudo! Este y otros trucos son gajes del
oficio del superviviente que viaja en low cost durante algún tiempo, pero de
ello hablaré más largo y tendido en otra entrada.
En definitiva, volar en
low cost puede ser una experiencia algo incómoda pero merece la pena porque
reduce – si se cumplen las condiciones adecuadas – el presupuesto en gran
medida. Sin embargo, hay que tener cuidado de no – llevar maleta, mascota, otra
maleta, etc – pues, entonces, el viaje dejará de ser low cost. Si vas a viajar
de esta forma, te conviene más mirar vuelos en una compañía estándar que en una
low cost, posiblemente.
César P.
No hay comentarios :
Publicar un comentario