Las cúpulas de metal de Asimov.
Recuerdo lo maravillado
que estuve cuando leí los libros del gran Isaac
Asimov, en varios de los cuales nos hablaba de un planeta llamado Trantor,
situado cerca del centro de la Galaxia y que era la capital del Imperio Humano.
Este planeta era una sola ciudad, o tal vez haya que decir que la ciudad era el
planeta entero. El único espacio al aire libre era el jardín del emperador,
pues todo lo demás estaba cubierto de cúpulas de metal interminables debajo de
las cuales vivía la gente…
¿Eso es lo que nos espera?
Por lejos de la realidad
que nos parezca, yo ya he visto las cúpulas
de acero de las que hablaba Asimov.
Los centros comerciales, las grandes
estaciones del suburbano, los aeropuertos interminables con sus
terminales, etc… Puede que una ciudad bajo una cúpula nos parezca excesiva pero
ya tenemos muchos recintos protegidos de las inclemencias del clima.
Solo sería cuestión de
tiempo para que nos habituásemos a convertirlo todo en espacio interior, con
calefacción y sin molestias como el
viento o la lluvia. Solo día soleado o nublado pero apacible y agradable a
las personas. Ahora, querido interlocutor, volvamos al tema del cambio
climático.
Si las personas no dejan
de destruir y consumir este planeta como una plaga, éste perderá su equilibrio.
Ese delicado balance que permite un clima agradable en la mayoría de lugares de
la Tierra quedará como un recuerdo en el
pasado. La única solución de las personas será convertirlo todo en espacio
interior, cubrirlo todo de acero y cemento, que – de paso – es lo que mejor
sabemos hacer.
¿Es este nuestro futuro?
Me pareció realmente
triste, cuando lo describía Asimov, que la gente del futuro no recordase – ni supiese,
por lo general – lo que era vivir en el
exterior, sentir la brisa del aire en tu piel o el frío del agua cuando
llueve… Y sí, esto podría dejar de ser lo normal si este mundo se va a pique
tal y como lo viene haciendo. Ya estamos volviendo a la Luna, gracias al
esfuerzo de China, y planeamos llegar a Marte en una década, mediante el
proyecto Mars One.
¿Destruiremos este planeta y lo dejaremos a la
suerte para que la naturaleza vuelva a su curso normal?
No sé qué es lo que va a pasar, pero te diré una
cosa. Como seres inteligentes que somos -
aunque algunos de nuestros congéneres no lo demuestre a menudo – tenemos
y cargamos con una responsabilidad para con todo este planeta. Debemos
preservarlo y cuidarlo para que siga siendo el hogar de tantas especies. Es un
lugar único y especial en el Universo, y no es justo que por nuestra propia
arrogancia y egoísmo, esto se pierda…
Lloro al pensar que en
unas generaciones, tal vez, ya no podamos ver ballenas, ni leones, ni elefantes…
y que solo existan en películas, fotos, etc.
Salvemos la Tierra.
César P.
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