19 de diciembre de 2013

Se cuela un falso intérprete en el entierro de Mandela

Aunque parezca difícil de creer, nada más y nada menos que en el entierro del ex mandatario sudafricano Nelson Mandela se presento un intérprete para sordos que no signaba correctamente. El mencionado intérprete apareció al lado de los mandatarios extranjeros que daban un discurso en el entierro y las autoridades se enteraron de que no era un verdadero intérprete por medio de una denuncia de la Federación de Sordos de Sudáfrica.

Por desgracia, lo que acabó pasando es que el señor Thamsanqa Jantjie estuvo signando sin ningún tipo de sentido durante horas al lado de presidentes, como el mismo Barack Obama. Cuando se interrogó a este sujeto, él manifestó sufrir un brote de esquizofrenia para justificar su comportamiento. Lo más sorprendente es que el historial de este señor no es para nada impecable, más bien todo lo contrario. Lo que yo me pregunto es ¿de quién fue la genial idea de contratarle para una tarea como ésta?

Se sabe que Jantjie tiene un pasado violento por varios motivos. Ha participado en turbas, grupos de personas que ajustician a criminales con sus propias manos y ha cometido algunos delitos más. Fue acusado de violación en el 94, de asaltar una casa en el 97 y de intento de asesinato y secuestro en el año 2003. Además, hacienda lo investiga por fraude fiscal, presuntamente, y no se sabe con claridad si este señor ha cumplido condena por alguno de los delitos de los que se le acusa.

¿Y cómo es que esta persona acabó signando en el entierro de Nelson Mandela?

Al parecer, no es la primera vez que una persona con un pasado más que cuestionable acaba representando algún papel en público que debería corresponder a alguien con la debida formación. Las autoridades sudafricanas no tienen por hábito verificar el historial de quienes contrata para ciertas ocasiones clave, como fue el funeral del ex mandatario. Actualmente, el falso intérprete se encuentra en paradero desconocido y no se sabe si será juzgado o se volverá a librar por su fraude.


Lo que sí queda claro es que este sujeto no comete un delito por primera vez y que, por desgracia, todo apunta a que seguirá en libertad para volver a delinquir. Por suerte, no creo que lo volvamos a ver signando durante horas sin decir nada con sentido nunca más. Esperemos que en Sudáfrica tomen nota de este suceso para que no se vuelva a repetir en el futuro. 

Con la serie de fiascos que han tenido lugar en los últimos años, la prensa está expectante ante la posibilidad de destapar a alguien más en ocasiones especiales. No estaría mal, además, disculparse con los sordos que no pudieron seguir correctamente los discursos del funeral de Mandela.

César P.

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