Parece que por fin vemos
la luz al final del túnel en Madrid. El desacuerdo entre el Ayuntamiento y los
trabajadores de limpieza ha durado ya demasiado – con los visibles estragos
para la salud e imagen de la capital. Una de las medidas acordadas has ahora
implica el congelamiento de los sueldos por cinco años. Los sindicatos y
trabajadores exigen que no se lleven a cabo más despidos para alcanzar el
acuerdo.
Mientras, la empresa
elegida por el Consistorio para recoger la basura ha sido Tragsa. Ésta se encargará
de mantener los servicios mínimos en lo que sindicatos, trabajadores y empresas
llegan a un acuerdo final. Se sabe que la mayoría de empleados de Tragsa destinados
a limpiar Madrid este fin de semana han sido contratados a última hora. La
huelga puede acabar mañana mismo si se mantiene el acuerdo vigente alcanzado
hoy sábado.
Ana Botella, la alcaldesa
en funciones de Madrid, ha tenido un papel destacado en toda esta disputa. En
primer lugar, se negó a tomar parte en el asunto alegando que era cosa de las contratas. Sin embargo, tras
sucesivos días de acumulación de basura se ha visto obligada a intervenir para
dar punto final a la huelga.
Tan solo pocas horas después
de finalizado el plazo impuesto (hasta ayer por la tarde) por la alcaldesa para
alcanzar un acuerdo los sindicatos y empresas solo han llegado a un preacuerdo.
Este acuerdo, en caso de mantenerse, cambiará en algunos puntos el acuerdo
colectivo de los trabajadores del gremio. Lo que se pretende con dicho acuerdo
es mantener las condiciones de trabajo para los próximos años y frenar los
despidos.
De hecho, los
trabajadores y sindicatos solicitan que no se despida a nadie más como
condición para llegar a un acuerdo. Originalmente, se tenía previsto un ERE
para despedir a más de 1000 trabajadores del servicio público de limpieza. Poco
después, tras las protestas, la cifra propuesta por las empresas se redujo a cerca
de 600 trabajadores.
Sin embargo, los
sindicatos CCOO, UGT y CGT no dan su brazo a torcer. Mantienen firmemente la condición
de cero despidos como necesaria para alcanzar un acuerdo y finalizar la huelga.
En caso de mantenerse la situación como hasta ahora se espera la vuelta a la
normalidad mañana domingo. Sin embargo, aún no hay garantías de que no se vaya
a despedir a nadie. Esto es decisión de las empresas y de ello depende que siga
o no la huelga.
La cifra más baja de
despidos propuesta por las empresas es de unos 300 trabajadores. Al parecer, la
necesidad de hacer recortes es imperiosa. Cabe recordar que estas empresas
habían llevado a cabo presuntamente algunas irregularidades en sus cuentas. Tal
vez por este motivo ahora necesiten despedir a cierto número de trabajadores. En
cualquier caso, esperemos que la huelga de basureros termine de una vez por el
bien de los madrileños.
César P.
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