16 de noviembre de 2013

Vuelta a la normalidad en la recogida de basura este domingo

Parece que por fin vemos la luz al final del túnel en Madrid. El desacuerdo entre el Ayuntamiento y los trabajadores de limpieza ha durado ya demasiado – con los visibles estragos para la salud e imagen de la capital. Una de las medidas acordadas has ahora implica el congelamiento de los sueldos por cinco años. Los sindicatos y trabajadores exigen que no se lleven a cabo más despidos para alcanzar el acuerdo.

Mientras, la empresa elegida por el Consistorio para recoger la basura ha sido Tragsa. Ésta se encargará de mantener los servicios mínimos en lo que sindicatos, trabajadores y empresas llegan a un acuerdo final. Se sabe que la mayoría de empleados de Tragsa destinados a limpiar Madrid este fin de semana han sido contratados a última hora. La huelga puede acabar mañana mismo si se mantiene el acuerdo vigente alcanzado hoy sábado.

Ana Botella, la alcaldesa en funciones de Madrid, ha tenido un papel destacado en toda esta disputa. En primer lugar, se negó a tomar parte en el asunto alegando que era cosa de las contratas. Sin embargo, tras sucesivos días de acumulación de basura se ha visto obligada a intervenir para dar punto final a la huelga.

Tan solo pocas horas después de finalizado el plazo impuesto (hasta ayer por la tarde) por la alcaldesa para alcanzar un acuerdo los sindicatos y empresas solo han llegado a un preacuerdo. Este acuerdo, en caso de mantenerse, cambiará en algunos puntos el acuerdo colectivo de los trabajadores del gremio. Lo que se pretende con dicho acuerdo es mantener las condiciones de trabajo para los próximos años y frenar los despidos.

De hecho, los trabajadores y sindicatos solicitan que no se despida a nadie más como condición para llegar a un acuerdo. Originalmente, se tenía previsto un ERE para despedir a más de 1000 trabajadores del servicio público de limpieza. Poco después, tras las protestas, la cifra propuesta por las empresas se redujo a cerca de 600 trabajadores.

Sin embargo, los sindicatos CCOO, UGT y CGT no dan su brazo a torcer. Mantienen firmemente la condición de cero despidos como necesaria para alcanzar un acuerdo y finalizar la huelga. En caso de mantenerse la situación como hasta ahora se espera la vuelta a la normalidad mañana domingo. Sin embargo, aún no hay garantías de que no se vaya a despedir a nadie. Esto es decisión de las empresas y de ello depende que siga o no la huelga.


La cifra más baja de despidos propuesta por las empresas es de unos 300 trabajadores. Al parecer, la necesidad de hacer recortes es imperiosa. Cabe recordar que estas empresas habían llevado a cabo presuntamente algunas irregularidades en sus cuentas. Tal vez por este motivo ahora necesiten despedir a cierto número de trabajadores. En cualquier caso, esperemos que la huelga de basureros termine de una vez por el bien de los madrileños.

César P.

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