La capital de España
lleva más de una semana sufriendo los estragos de la huelga de tres empresas de
servicios de limpieza. Como resultado, varias de las más transitadas calles de
Madrid son un auténtico vertedero. Por si esto no fuese poco, ha habido casos
repetidos de vandalismo contra los contenedores de basura en varios lugares de
la ciudad.
A pesar de que esta
huelga ha sido convocada legalmente, no hay justificación para la oleada de
vandalismo, destrozos y violencia. Esparcir los desperdicios por las calles
empeora la situación de los viandantes, quienes ya tienen suficiente que
aguantar. Además, se han visto casos de agresiones a trabajadores ajenos a la huelga que buscaban
realizar sus funciones.
Este tipo de huelgas
acaban siendo contraproducentes y envían una imagen muy negativa de España al
resto del mundo. Protestar no implica sabotear a quienes no siguen la huelga ni
agrandar la situación para molestar a la mayor cantidad de personas posible. Lo
que acaba pasando con estas huelgas es que no obtienen el apoyo del público por
este tipo de actos vandálicos.
Por otra parte, no
entiendo la lógica detrás de esparcir los desperdicios tanto como se pueda por estar de huelga. Al fin y al cabo,
se van a tener que recoger cuando ésta acabe y la basura puede ser causa de enfermedad.
Tras varios días de apilamiento de desperdicios, Madrid no está lejos de una fase de alerta sanitaria. Esto implica riesgo
de enfermedades e infestaciones dañinas si no se retiran los desechos en breve.
Esperemos que los encargados
de llegar a un acuerdo con los basureros hagan esto lo más pronto posible, pues
la sanidad del público está en juego. No es que alguien vaya a acabar en la UCI
– casi con toda seguridad – pero no hay motivo para causar intoxicaciones a
nadie. Por su parte, la alcaldesa de Madrid se ha lavado las manos sobre este
asunto aludiendo que es un tema de
concesionarias y trabajadores.
En otras palabras, Ana
Botella no ofrece soluciones al problema ni lo afronta con la seriedad que
debería. Parece olvidar que la higiene y limpieza públicas en Madrid son
su responsabilidad. Hablamos de compromisos municipales que se mantienen incluso en el caso de que las concesionarias sean empresas privadas.
El municipio está al
tanto del estado de la salud pública pero
no está actuando de forma competente.
No es necesario recordar que la higiene de los madrileños es una prioridad. Aunque
se hayan hecho recortes en esta área hay que cumplir con los ciudadanos que
vienen sufriendo las consecuencias de la huelga de basura.
Por su parte, las
empresas en huelga no se encuentran exentas de responsabilidad. Su comportamiento es muy dudoso, tras
acudir al concurso público y obtener la concesión han realizado acciones
irregulares. Para obtener la concesión presentaron precios por debajo de los
costes reales y una vez contratadas modificaron sus cuentas haciendo despidos.
¿Es que nada en España
está exento de irregularidad? Más de mil trabajadores estaban al borde del
despido, de un total de seis mil. Tras las negociaciones con los sindicatos el
número de futuros despedidos ha bajado a la mitad. Sin embargo, este tipo de
asuntos se deberían de tratar en una mesa de debate sin tener que afectar a los
ciudadanos de Madrid.
A día de hoy, hay 13
detenidos debido a los actos vandálicos de esta huelga. Es el momento de que el
Ayuntamiento de Madrid ponga las cosas en su lugar. Debe hacer llegar a un
acuerdo a trabajadores y empresas para frenar de golpe esta huelga perjudicial
para la salud madrileña.
César P.
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