Después de semanas de controversia sobre el uso de armas
químicas en Siria empezamos – por fin - a ver los resultados de los
investigadores de la ONU en este país. Hay todo tipo de datos que se han
filtrado desde la población pero sobre todo gracias a reporteros que han
arriesgado sus propias vidas para dar al mundo a conocer el horror que están
viviendo millones de personas afectadas por la guerra civil que acontece en
dicho país. Entre desplazados, refugiados, heridos y muertos se suma una gran
cantidad de la población siria, actualmente.
A día de hoy, la versión oficial de los inspectores de
Naciones Unidas sostiene que existen pruebas claras y convincentes del uso de gas sarín en el infame ataque del
pasado 21 de agosto que tuvo lugar a las afueras de Damasco, Siria. Se estima
que fallecieron 1400 personas en dicho ataque según los expertos independientes
que se han desplazado a dicho país. Sin contar los heridos que ha dejado tras
de sí este atentado contra los habitantes sirios de la zona atacada.
Los analistas de la ONU cuentan con muestras químicas,
médicas y medioambientales tomadas in
situ que corroboran el uso de cohetes tierra-tierra con el agente nervioso
sarín. Este arma química, y cualquier otra, entra dentro del tipo de armas
prohibidas por la comunidad internacional bajo todo tipo de circunstancias. Su
uso en Siria es un doble mensaje hacia los opositores del régimen, por un lado
una manifestación se suma crueldad y por otro un rechazo ante los acuerdos
internacionales que prohíben el uso de este tipo de armas.
El hecho es que se han utilizado armas químicas contra
civiles en Siria. Había menores de edad y personas de todos los grupos de
edades en la zona atacada.
Es decir, no se tuvo la menor contemplación a la
hora de lanzar dichos cohetes tierra-tierra contra los habitantes de la región atacada.
Estamos presenciando uno de los acontecimientos más crueles de la historia
contemporánea y que aún no se ha resuelto, pues el revuelo sigue en Siria ante
la amenaza de una invasión por parte de EEUU y otros países. Además, el
conflicto interno ha alcanzado el nivel de guerra civil en el país sirio y
tendrá que pasar un tiempo antes de que se vuelva a una situación de normalidad.
No queda duda de que en Siria de han cometido numerosos
crímenes contra la humanidad que han golpeado con gran fuerza a la población
local y que afectan, en menor medida, a los países vecinos. Sin embargo, ¿es el
papel de EEUU, Reino Unido y otros países el de ejercer de jueces y verdugos en
estos temas?
Por un lado, algo debe de hacerse antes el uso de armas
químicas pero no creo que queramos ver otra invasión
de Irak en Siria, con las consecuencias que la primera invasión tuvo para Oriente
Medio y para el resto del mundo. Creo que deben considerarse otros mecanismos
antes de recurrir a medidas tan drásticas, como el desarme químico propuesto
por el gobierno ruso.
César P.
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