La UE sigue presionando a España para que consiga
implementar medidas que pongan en marcha la maquinaria económica del país. Si
bien parece que algunos números ya no son tan negativos como antes tampoco
tenemos mucho que celebrar pues la situación parece la misma o un poco peor que hace unos pocos meses.
Se han anunciado reformas de todo tipo, ya que todos los
meses se sale con un plan o un paquete de reformas que parece traer la panacea,
tal y como lo pintan algunos. Pero el hecho es que no se ven resultados. Las
tarifas eléctricas se encarecen, los precios suben, el transporte no se
abarata, etc. Y los sueldos siguen igual, claro.
¿Vemos el problema? Salta a la vista. Por no mencionar el
paro, que sigue en aumento aunque lo haga más lentamente, según algunos
indicadores. Lo que no ha cambiado en España es que siguen habiendo fiestas y
celebraciones de todo tipo, que las personas planifican sus vacaciones de forma
religiosa y que los políticos se apuñalan por la espalda entre sí.
Así las cosas, tenemos una controversia que rodea al
ministro de educación Wert, sobre las becas a estudiantes. Algunos consideran
que deben de mantenerse en las mismas condiciones y el ministro ha manifestado
que estudiaría cambiar las mismas. Han saltado todas las alarmas y lo han
calificado incluso de homófobo. Puedo aceptar que desde alguna perspectiva su
propuesta pueda ser tildada de clasista pero, ¿homófobo?
Lo he pensado más de una vez pero sigo sin verlo. Creo que
es uno de esos casos en los que las personas hacen uso de uno de los tres o
cuatro apelativos más usados cuando hay desacuerdo, a saber, nazi, facha/rojo y
homófobo. Considero que es respetable que se recalculen los baremos de las
becas. Sobre todo teniendo en cuenta un reciente dato de una de las agencias
encuestadoras más importantes:
España gasta más que
la media en educación pero obtiene significativamente menos titulados.
Es decir, en lengua vernácula, España malgasta el dinero que destina a educación. Esto no parece
sorprender a muchos. Recordemos despidos y recortes en profesores pero reformas
innecesarias en muchos institutos (pantallas LCD, ordenadores para cada alumno,
etc).
No confundamos comprar todo lo último en tecnología con
calidad de enseñanza en el sistema educativo. Podíamos hacer lo mismo con
pizarras de las de toda la vida y
tizas. El caso es que se ha tirado mucho dinero en cosas no imprescindibles y
esto ha llevado a la situación actual. Ahora se considera subsanar o paliar
este problema cambiando la edad de acceso a los módulos de formación
profesional.
O sea, se está considerando sacar antes de las aulas de los
institutos a los alumnos de ESO para iniciarlos en el mundo laboral. ¿En serio?
La sola idea me parece descabellada. Si se llega a ejecutar creo que será otra
muestra más de que en España están no todos pero sí muchos locos.
La educación obligatoria ha demostrado no estar en buen
estado en este país. Modificarla para retirar antes a los alumnos que fracasen
en el sistema no resuelve esto ni va a solucionar el problema del paro en
España.
Creo que los que deben volver a las aulas son los que
diseñan las reformas.
César P.
No hay comentarios :
Publicar un comentario