La sentencia del Tribunal Supremo
del pasado mes de Mayo que obligaba a varias entidades a eliminar las clausulas
suelo de sus hipotecas ha dado un profundo golpe a las cuentas de resultados de
las entidades bancarias. Son muchos los ciudadanos que tienen una hipoteca con
este tipo de cláusulas abusivas los que se están planteando presentar demandas
y reclamaciones contra los bancos que no las han eliminado muchos más son los que van a presentar
reclamaciones solicitando que se les devuelvan los importes cobrados de más.
Este asunto nos lleva a
reflexionar sobre el impacto que esta medida va a tener sobre la economía,
tanto de las entidades como de los ciudadanos. En principio se puede estimar
que las cantidades que van a dejar de ingresar en sus cuentas de resultados las
entidades bancarias puede llegar a los 1.800 millones de euros al año. Por otra
parte, hay que tener en cuenta que cada hogar que ha visto reducidos los
intereses de las hipotecas debido a la eliminación de la cláusula suelo, de
media, puede contar con unos 1.200 euros más al año para destinarlos a consumo.
La renta media familiar española ha
ido disminuyendo en los últimos años a pasos agigantados a causa de la bajada
de los salarios, del aumento de la presión fiscal, de la subida de los costes
de la energía como la luz y la gasolina y de los recortes aplicados a sanidad y
educación que vienen a afectar directamente al bolsillo de los españoles. Todo
esto ha llevado a que cada vez sea más difícil poder ajustar los ingresos de la
unidad familiar al gasto de los hogares y ha repercutido directamente en la caída
del consumo de las familias españolas, una menor demanda interna que lleva
directamente al aumento de las tasas de desempleo.
Los 1.200 euros anuales de mayor
renta disponible al año por cada familia que tiene una hipoteca puede suponer muchos
millones de euros que se destinarían a consumo siendo los grandes beneficiados las
pequeñas y medianas empresas españolas que son los que forman la gran parte del
tejido empresarial de este país. Este hecho puede suponer la paralización del círculo
vicioso de la caída del consumo y posterior aumento de las tasas de desempleo
que llevan a una mayor caída de la demanda interna y, consiguientemente, la destrucción
de empleo.
Estas premisas nos llevan a asegurar que la consecuencia directa es
una activación de todos los sectores económicos y por lo tanto una disminución de
la morosidad, aumento del consumo, incremento de las cantidades que puede
recaudar el estado en concepto de IVA y
todo esto lleva a un efecto contagio que provocaría una recuperación de la maltrecha
economía española.
Lady Blu
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