Una vez más, por
desgracia, vemos la noticia de un cura acusado y detenido por realizar
tocamientos a menores de edad a su cargo. En este caso la indignación ha
llegado muy alto pues se trataba nada más y nada menos que del director de un
centro educativo de la orden de los salesianos en Cádiz.
La policía inició
las pesquisas tras recibir la denuncia de un menor acompañado de sus padres, el
cual aseguraba haber sufrido tocamientos y malos tratos por parte de este cura.
A continuación, las investigaciones policiales han determinado que más menores
del centro aseguraban haber sido víctimas de dichas agresiones a su intimidad.
Como consecuencia,
este cura ha sido detenido y llevado a los calabozos a espera de las acciones
legales en su contra que se llevarán a cabo. Es grato ver que las autoridades
han actuado tan rápido en este caso pero es desagradable tener cuenta de otra
situación de este estilo.
A menudo me pregunto
por qué surgen este tipo de situaciones en el clero cristiano en este país y en
otros. Me parece que algunos hombres no están hechos para el celibato, en cuyo
caso deberían admitirlo y salir del clero. Es mejor aceptar la propia condición
(humana) que acabar cometiendo actos tan retorcidos.
La agresión sexual
que algunos curas han llevado a cabo en menores son distorsiones del impulso
sexual que todo hombre lleva dentro. Pero, una vez más, por qué reprimir tal
impulso hasta tal punto que acabe siendo el causante de actos tan repulsivos. ¿No
es mejor dedicarse a otra cosa para la que sí se valga y que no obligue a tomar
voto de castidad?
Hasta donde yo sé,
los curas no tienen ningún problema a la hora de renunciar y buscar otra
ocupación. Es posible que no quieran hacerlo – aún siendo conscientes de que no
valgan para este trabajo –porque se vive cómodamente siendo un cura y es muy
complicado buscarse la vida de otra forma de buenas a primeras.
Por otra parte, dudo
mucho que la Iglesia fuese a dejar de lado completamente a un cura que quiera
cambiar de profesión. Creo que debería contemplarse dicha posibilidad o que
deberían de plantearse mecanismos para evitar que estas situaciones de abusos a
menores ocurran. Algo debe de fallar en el sistema de la Iglesia para que siga
habiendo curas que acaban cometiendo estas deplorables acciones.
Tal vez la criba de
los aspirantes a cura debería de ser más exigente. El inconveniente es que no
hay demasiados candidatos que cribar, luego, muy pocos pasarían dicha criba. Esta
es una situación que el clero debe de solventar de alguna forma, sin embargo.
Puede que la solución sea traer a curas desde América Latina, ya que se cuenta
con dicha posibilidad.
Sinceramente, no sé
qué es lo que se puede hacer para solucionar este problema de curas pervertidos
pero algo debe de poder hacerse al respecto. ¿Es el celibato demasiado para
algunos o es que algunos son demasiado pervertidos para ser curas?
César P.
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