Estos días se cumplen diez años del
accidente aéreo que podría catalogarse como uno de los más importantes hasta el
momento en España. El avión militar Yak-42, se estrellaba en Turquía en su ruta
de vuelta a casa dejando 75 fallecidos.
El accidente dejó en su momento
conmocionado al país, siendo incluso retransmitidos los funerales de Estado por
televisión consiguiendo una gran audiencia. Pero más allá del accidente, como
se llevó a cabo la investigación y sus consecuencias no gustaron a los
familiares.
En su momento se criticó de
sobremanera el estado del avión elegido para realizar el viaje, uno viejo y que
ya había recibido quejas por problemas técnicos con anterioridad. Y además hay
que tener en cuenta que Noruega ya había dejado de contratar este tipo de
aviones por quejas similares de sus soldados. Después de la indignación
suscitada, el juicio dictamino la responsabilidad penal en tres militares, uno
no llego a ingresar en prisión ya que murió antes y los otros dos han sido
indultados por el gobierno de Rajoy. Los familiares siguen defendiendo la idea
de que quieren un juicio justo y planean llevar el caso al tribunal de
Estrasburgo.
A mayores, tampoco hay que
olvidar la desastrosa investigación llevada a cabo a la hora de identificar los
cuerpos. Si de por sí ya es doloroso perder a un familiar en este tipo de
circunstancias, el hecho de haber estado velando a la persona errónea, no
facilita el proceso de cura, haciendo que la rabia en los afectados sea aún
mayor.
Lo único “positivo” son las
modificaciones llevadas a cabo tras el siniestro, instaurándose una normativa
más estricta de seguridad en este tipo de vuelos, llevándose a cabo un mayor
control del estado técnico de los aparatos.
En general, no se supo como
actuar ante una catástrofe de tales dimensiones, sin disculpas por parte de
nadie cuando saltó a la palestra el caso de las identificaciones y sin ningún
responsable pagando por ello.
Supuestamente las familias
deberían de haber sido indemnizadas, pero no creen que vayan a recibir nada
dado a que las aseguradoras no están en España y una de ellas se ha declarado
insolvente.
Tristemente el décimo aniversario
de un accidente que sobrecogió a todos, no ha sido recordado por las
instituciones.
-Wormy-
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