En estos tiempos que corren
cuando todas las organizaciones tienden a optimizar los gastos, nacen con
fuerza las empresas virtuales formadas por personas que no están ubicadas en el
mismo espacio físico, ni en la misma localidad o país. Son empresas que no
tienen fronteras y en la que los clientes no pueden conocer de forma directa a
sus empleados o proveedores. En términos generales, podemos decir que las
empresas virtuales son aquellas empresas que realizan parte o la totalidad de
su actividad de forma virtual. Las actividades que se realizan son muy variadas
y están relacionadas con múltiples áreas como la logística, comercialización,
marketing, venta, diseño…etc. donde con más frecuencia cada día se utilizan los
medios electrónicos para intercambiar información y realizar transacciones
entre empresas.
Estas empresas virtuales no
tienen una definición solida o un significado consistente pero podemos señalar
una serie de características comunes a todas ellas. En primer lugar, los
procesos de producción trascienden las fronteras de una sola empresa, y como
resultado, no están controlados por una única jerarquía organizativa. En
segundo lugar, los procesos de producción son flexibles, con diferentes
participantes que entran en juego en diferentes momentos. Otro aspecto común a
todas ellas es que las partes implicadas en la producción de un solo producto
se hallan a menudo dispersas geográficamente. Y por último, dada la dispersión geográfica,
la coordinación depende en gran medida de las telecomunicaciones y de las redes
de datos más que de los desplazamientos físicos.
Muchas son las empresas a las que
les gustaría convertirse en organizaciones virtuales por las múltiples ventajas
que este tipo de trabajo aporta pero para cambiar deben ser empresas flexibles,
dinámicas, creativas, innovadoras y tener como premisa el poner en práctica el
proceso permanente del aprendizaje al objeto de ser más competitivas ante los
retos del futuro.
Ante el fracaso de la mayoría de
organizaciones tradicionales como consecuencia de su rigidez, de su centralización,
la falta de eficacia de sus directivos, etc., se tiende a una nueva forma
empresarial de forma plana, donde se da prioridad a la descentralización, el
equipo humano es más profesional, y su nueva estrategia está dirigida a
conseguir la satisfacción del cliente. Pero todo ello no se consigue e un
plumazo, para llegar a este punto hay que trabajar duro, con mucho tesón, con
voluntad de cambio, dedicación y con la ayuda de modelos.
Imagino que sois muchos los que tenéis
curiosidad por saber cómo llegar a gestionar una empresa virtual y si queréis
realizar alguna consulta o tenéis alguna duda sobre este tema os recomendamos
dejar un comentario para que podamos contestar y aprender de vuestras
consultas.
Lady Blu
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