21 de junio de 2013

El DNI de la Infanta: Un misterio sin resolver

El DNI nació en 1944, cuando Franco dispuso implantar un documento que pudiera dar identidad a todos los ciudadanos españoles. Pero no sería hasta 1951 cuando se emitiera el primer carnet de identidad que fue adjudicado al Generalísimo con el número 1. A su esposa, Carmen Polo, se le asignó el número  2 y a la hija de ambos, Carmen Franco, el 3. Así mismo, se reservaron los números del 10 al 99 para la familia Real adjudicándole el primero número de la serie al Rey, el 10, el siguiente a su mujer, la Reina Sofía y sucesivamente al resto de miembros de la familia real por orden de nacimiento. Ya veo que al contar os habéis percatado que el número 14 le correspondería al príncipe Felipe, pero éste tiene el numero 15 porque se eliminó el DNI nº 13 por motivos de superstición.


A raíz de las últimas noticias conocidas donde se le imputaban a la infanta Cristina la venta de varias propiedades, la Agencia Tributaria emitió un comunicado donde aseguraba que todo había sido un error cometido con el número de DNI de la persona propietaria de las viviendas y terrenos. El error no puede ser debido a la duplicidad de los números porque según aseguran fuentes policiales es imposible que en España existan dos personas con el mismo número de DNI ya que este documento público es personal e intransferible y acredita fielmente la identidad y los datos personales de cada uno de los titulares del mismo.

Hay algunos que especulan con la posibilidad de que se usen estos números asignados a la familia real porque son “invisibles” para Hacienda y nunca se van a investigar, lo cual podría ser la solución perfecta para aquellos que buscan defraudar a la Hacienda Pública. Pero esto solo puede ser una leyenda urbana muy lejos de la realidad ya que para usar un DNI falso delante de un notario, un registrador o una entidad pública hay que contar con el beneplácito de algunos de los agentes.


Así llegamos a la conclusión de que todo esto es un misterio que nadie puede explicar con un razonamiento lógico. Por lo visto son muchos los que han cometido el mismo error, en distintos lugares de España y de muy diversas maneras. Esperamos que nos puedan dar una respuesta convincente porque se está poniendo en tela de juicio el buen hacer de notarios, registradores y el buen nombre de la Agencia Tributaria. 

Lady Blu

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