Consideremos ahora la información que se guarda de nosotros
en las bases de datos. Los hospitales tienen registros clínicos de los
pacientes, los policías tienen datos de los detenidos, de los ciudadanos, etc.
Nuestra identidad está almacenada, de
alguna forma, en cientos de ordenadores que sirven a distintos propósitos y
datos que dejamos al usar internet hacen posible que alguien en China pueda
saber si nos hemos teñido el pelo ayer.
Cada vez que usamos internet dejamos un rastro de nuestros
movimientos que, eventualmente, se borra. Alguien con malas intenciones podría
usar esta información para sacar algún beneficio y, en parte, eso hacen las
grandes empresas surgidas en internet, como Youtube, Facebook o Google.
Los delincuentes también están a la última, usan correos
denominados fishing (pescar, en
inglés) para imitar páginas legítimas y solicitar datos personales como cuentas
bancarias, contraseñas, el pin de nuestra tarjeta, etc. Jamás en nuestra vida
debemos soltar información confidencial y/o personal a gente que no conozcamos
en la red.
Es más, no deberíamos ir por ahí escribiendo nuestro número
de cuenta y el pin de nuestra tarjeta para que alguien pueda captar esa
información y desplumarnos. Es mejor ser precavido y no desvelar esa
información en absoluto en la red. Solo si usamos ordenadores personales
privados y las páginas legítimas podemos estar seguros de que no vamos a ser
estafados online.
En países como UK hay miles de delitos de robo de identidad
digital cada año. Es decir, la información personal de muchas personas queda
vulnerada por los ciberdelincuentes. No siempre consiguen robar dinero a las
personas afectadas pero mejor es no tentar a la suete y seguir algunos consejos
simples para no acabar deseando nunca haber comprado ese ordenador.
Hay personas que han llegado a ser acusadas de delitos que
no han cometido por culpa del robo de identidad en la red. Los estafadores
online pueden hacer el uso que deseen de nuestros datos y, lamentablemente,
nunca será algo bueno para nosotros lo que pretendan conseguir.
¿Os suena eso de robar un coche para atracar una tienda y
darse a la fuga? En el ciberespacio algo similar es robar la identidad de otra
persona para cometer un delito o acto ilícito usando dichos datos y despistar a
las autoridades cuando echen el guante al
supuesto culpable, pero sin estrellar un coche en un escaparate.
Estamos todos condenados y es el fin del mundo?
Para nada. El uso de internet no implica que nos vayan a robar cuando abrimos
la página de Google. Lo que debemos hacer es lo siguiente:
· No desvelar información personal bajo ningún
motivo y a nadie nunca (cuentas, tarjetas, contraseñas, etc).
· Usar, en la medida de lo posible, ordenadores
privados. Los ordenadores públicos pueden ser atacados por los ciberladrones.
· Usar páginas seguras, de confianza y tener el
antivirus conectado.
Si algo parece sospechoso en internet mejor presiona el
botón de apagar de tu ordenador antes que dale a continuar, aceptar,
si-quiero-darte-todo-mi-dinero-ahora-mismo-y-reiniciar.
Con estos consejos Ud. podrá sentirse más seguro saltando de
página en página online la posibilidad de que le roben o estafen será ínfima.
Lo anterior se aplica, desde luego, a cualquier aparato que pueda conectarse a
internet… a este paso, hasta a la tostadora con Android que saca fotos HD de
las tostadas y las postea en FB.
César P.
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