Estos días, esta siendo muy
discutido la nueva propuesta de Gallardón, sobre la próxima ley del aborto.
Si bien es cierto, que la actual
ley permite abortar a menores de edad sin consentimiento paterno, cosa bastante
discutida hasta el momento, permite a las mujeres decidir qué es lo que quieren
hacer con su cuerpo.
Los cambios propuestos en la
nueva ley, nos dejaría en los últimos puestos de Europa con respecto a este
tipo de legislación, volviendo a la situación en la que se encontraban las
españolas a finales de la década de los 70.
A la hora de realizar cambios en
las leyes, se debería tener en cuenta, que no por satisfacer a una sección, se
ha de recortar los derechos a otra. Cada mujer debería ser libre de hacer lo
que quiera a la hora de enfrentarse con un embarazo inesperado, o donde el feto
tiene problemas. Nadie debería poderle decir a esa mujer, qué es lo que debe o
no hacer, puesto que no es su cuerpo y desconoce que circunstancias atraviesa
cada uno.
Este tipo de propuestas, nos
transporta a una España, donde las mujeres se veían obligadas a irse al
extranjero para poder abortar. O lo que es peor de todo, acudir a clínicas
clandestinas, donde las medidas higiénicas mínimas no estaban aseguradas. Si la
nueva propuesta de ley sigue su curso, solo podrán abortar las que tengan
dinero para irse fuera a realizarlo.
Cada uno es libre de tener la
opinión que quiera, que el feto tiene vida y alma desde el momento de su
concepción o como apuntan los científicos, el feto no es humano hasta que es
capaz de sobrevivir por sus propios medios (ser capaz de respirar y
alimentarse).
La sensación general es que este
gobierno, se ha dejado llevar por las promesas que en su día le realizó a una
sección religiosa del país, olvidándose de que al otorgarles a ellos lo que
piden, dejan al resto de la población sin la opción de decidir, y eso supone un
recorte de un derecho fundamental.
Que las menores de edad necesiten
el permiso paterno, como en cualquier tipo de operación, es comprensible. Pero
no pueden obligar a mujeres que no desean ser madres a serlo. Abocan a recurrir
a viejas prácticas, con las consecuencias que esto puede acarrear.
Cada uno debería de ser libre
para hacer lo que quiera con su cuerpo y no deberían de imponer sus ideas al resto.
-Wormy-
No hay comentarios :
Publicar un comentario