Y no me refiero a la famosa
ciudad costera de nuestra vecina Italia, me refiero, como muchos ya habéis entendido,
a la sede del Partido Popular.
La entrevista concedida por el ex-presidente del gobierno a la cadena Antena 3 ha hecho mucho, pero que mucho daño al
partido que gobierna nuestro país. Todo lo que dijo en la entrevista con Gloria
Lomana sobre la situación política en España y la actitud del Gobierno ha
levantado muchas ampollas entre los barones del PP, ha machacado aún más a un
partido bastante deteriorado con todos los casos de corrupción puestos sobre la
mesa y ha dejado de manifiesto la desidia del Gobierno que algunos ya habíamos adelantado.
Todos habíamos esperado alguna
respuesta por parte de Rajoy que tenía la ocasión de oro para dejar claro quién
manda ahora en el partido, pero una vez más ha puesto de manifiesto su miedo
por enfrentarse a desafíos y quitarle importancia a asuntos que realmente la
tienen. Le cogió gusto al plasma, le huye a su antecesor y en Europa lo
ningunean cuando quieren más bien parece que es víctima de un poderoso
maleficio. Seguramente estará pensando que el tiempo lo cura todo, qué solo es cuestión
de esperar un poco a que las aguas se calmen, pero… esto, amigo Rajoy, no es un
resfriado que se cura con siete días de cama, esto es mucho más serio.
Muchas de las cosas que dijo
Aznar en la entrevista la habían dicho ya antes muchos analistas, entendidos,
expertos y hasta políticos de otros países. Que España necesita cambios en sus
instituciones para recuperar la confianza de los ciudadanos, que hay que poner
remedio a las amenazas de independencia de Cataluña y su intención de celebrar
el famoso referéndum, que es real la necesidad de activar la economía con una
bajada de impuestos y la “lánguida resignación” del Gobierno ante la situación actual
son hechos conocidos por todos. A mi entender lo único que Aznar ha hecho es
darle voz a lo que muchos llevan pensando durante meses y que nadie se atrevía
a decir.
Y parece que el huracán ha
llegado para quedarse porque el guiño que le hizo a la clase media española no
tiene otro propósito. Estoy segura que va a continuar con su estrategia de
hablar en todos los medios que le brinden la oportunidad y que no serán pocos,
dado el interés que ha despertado. Ahora lo que busca es forzar a la cúpula del
partido a un cambio de política para asegurarse su vuelta triunfal a la escena política,
un plan bien forjado y que nadie se esperaba en estos momentos de convulsión política.
Lady Blu
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