En España hay aún varios escándalos abiertos, como el de los
EREs o el de los innumerables desahucios por parte de los bancos a particulares
caídos en el pozo de los impagos, mientras
que no dejan de aparecer más o, en algunos casos, de crecer los ya escándalos
ya destapados. Este último es el caso de la trama
Noos, cuyo imputado más conocido es el ex-duque
de Palma, Iñaki Urdangarin.
Recientemente, Urdangarin ha comunicado al Rey su decisión
de irse a trabajar nada menos que a Catar,
aceptando una oferta de trabajo para ser ayudante del entrenador de balonmano Valero Rivera en el país catarí. De
esta forma, uno de los imputados del caso
Noos que más rechazo popular ha generado pretende viajar próximamente a Doha, capital catarí, para firmar un
contrato de dos años.
Como era de esperar, han saltado todas las alarmas y la
indignación por este nuevo giro en uno de los casos más conocidos de corrupción
en España. Recordemos que con la reciente imputación de la infanta Cristina
este caso salpica a la misma Casa Real,
cuya popularidad ha caído a pique en los últimos meses.
Al parecer no hay ningún impedimento legal para el Iñaki
Urdangarin viaje y trabaje en el extranjero. La acusación popular va a pedir la
retirada de su pasaporte pero el juez del caso, según parece, va a seguir
estudiando las pruebas sin recurrir a ninguna medida cautelar.
Lo peor del panorama es que una vez en Catar Urdangarin solo
tendría que volver a España en caso de que hubiese un juicio. Dado que su
puesto de trabajo estaría más enfocado a las relaciones institucionales que a
la estrategia de juego es posible que se alargase su estancia en dicho país
incluso hasta que el caso se cerrase o prescribiesen las acusaciones impuestas.
Por otra parte, la infanta Cristina y sus hijos se mudarían
a Doha al acabar el curso escolar en caso de que Iñaki Urdangarin fuese
contratado. Es decir, no solo habría una persona imputada saliendo del país
mientras el proceso sigue abierto, sino dos. No hay impedimento legal para que
ambos residan en el extranjero pero resulta, cuanto menos, sorprendente ver
esta posibilidad ante nosotros al mismo tiempo que muchas personas se quedan
sin casa por no poder pagar las deudas.
Ahora es cuando, más que nunca antes, se debe predicar con
el ejemplo. Casos como el de la trama Noos son escándalos que deben solucionarse
con todo el peso de la ley para demostrar que el sistema legal, cuya eficacia y
objetividad están en duda a día de hoy, aún funciona.
Si la vara de medir es la misma para todos los ciudadanos
españoles, parados o adinerados, entonces deberíamos ver cómo se desahucian las
propiedades de la infanta y de Iñaki Urdangarin, en caso de que no paguen las
multas que les corresponden en el plazo impuesto para ello.
Sin embargo, de seguir la situación actual lo que
acabaríamos viendo es como se da tiempo a estas personas para que consigan
algún recurso legal, alguna alegación o, simplemente, el dinero que no tienen
actualmente para pagar las multas que deben. Tiempo y posibilidades que no
tienen las personas que sufren desahucios. Luego, la justicia no se aplicaría
de la misma forma para todos.
¿Esto es lo que nos depara después de ver tantos casos de
desahucios exprés de gente que no ha
podido pagar sus hipotecas? Justamente ahora es el momento de modificar las
leyes que permiten y van a seguir permitiendo a los personajes corruptos de
este país salirse con la suya. Cualquiera que sea el resultado de este caso lo
que debe suceder es que los imputados paguen si, finalmente, resultan ser
responsables de los delitos.
César P.
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