Según los estudios más recientes gran parte de las personas
que no tiene grandes problemas para seguir un tratamiento médico no hace caso
de las indicaciones al pie de la letra. Es decir, hay muchos pacientes de
franjas de edad entre los 40 y más de los 60 que no se adhieren al tratamiento prescrito.
Las enfermedades con mayor tasa de adherencia son la
diabetes, las enfermedades oncológicas y las enfermedades cardiacas. En
el lado opuesto están enfermedades como la osteoporosis o los trastornos
depresivos. De lo anterior deducimos que hay una relación directa entre el
dolor, la gravedad de la enfermedad y la adherencia. Por ello, los males que
afectan al cerebro son de los que menos adherencia presentan entre la
población.
Dejemos claro lo que es la adherencia terapéutica. Se conoce
por este término a la responsabilidad del paciente para seguir las
instrucciones de los profesionales de la salud. Entre este personal tenemos
desde enfermeras hasta médicos, teniendo en cuenta también indicaciones de
farmacéuticos y terapeutas.
Queda en manos del paciente seguir las indicaciones y pautas
que recibe cuando se le atiende. Los profesionales de la salud no siempre
pueden comprobar que se siga el tratamiento. Por ello, el grueso de la
responsabilidad de la adherencia recae en el mismo paciente.
Además, no olvidemos que ser responsables con los fondos
públicos destinados a la atención sanitaria es el deber de todo ciudadano. El
dinero del contribuyente es de todos y
no es de nadie en particular. Esta es
la razón por la cual se debe ser coherente con la cantidad de este dinero que
se gasta. Derrochar dichos fondos solo porque se puede debería ser tipificado como fraude contra la sociedad.
Tengamos en cuenta que la salud es responsabilidad de cada
individuo y es éste quien debe encargarse de su cuidado, recuperación y
fortalecimiento. No hacer esto es atentar contra la vida de uno mismo. Además,
nuestros seres queridos y el círculo cercano de amigos nos agradecerán que
cuidemos y mantengamos un buen estado de salud.
La salud es necesaria para disfrutar completamente de la
vida. Sin salud no es agradable llevar a cabo ninguna actividad ni llevar a
cabo nuestras responsabilidades. Los médicos y el resto del personal sanitario
son responsables de informarnos y de indicarnos el tratamiento pero no son los
encargados de vigilar que lo cumplamos, tal responsabilidad es totalmente
nuestra.
La clave para tener una buena salud es alcanzar el
equilibrio físico, mental y social. Los tres factores son relevantes para tener
una vida plena. En esta línea, la mejor forma de saber cómo llevar a cabo dicha
tarea es contar con la información necesaria para tener buenos hábitos, hábitos
saludables. Para tener dichos hábitos hay que realizar ejercicio físico frecuente
y mantener una dieta equilibrada.
Es indudable, que la salud de la población es importante para la economía.
César P.
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