20 de abril de 2013

Hasta cuando la violencia de género en España


Cuando me encuentro una de estas noticias de violencia de género en algún lugar no puedo evitar pensar en qué clase de seres somos los humanos. Somos capaces, por lo que vemos en los medios, de herir y hasta matar a nuestros seres queridos de la forma más atroz, retorcida y salvaje. 
No creo que haya casos así en el resto del Reino Animal salvo aquellos en los que un macho mata a las crías de una hembra para aparearse con ella y aumentar su descendencia.

Pero de asegurar la prole no se trata en los casos de violencia de género. Además, aunque así fuera no habría justificación para estos crímenes. Y no la hay. Los casos de violencia de género tienen muchos niveles, empiezan con la dominación de uno de los individuos sobre el otro por medio de la palabra y la coacción. Terminan como ya sabemos, en asesinato o intento de ello.

Por lo general, es el hombre quien ejerce la violencia sobre su pareja. Por lo general, también, dicha mujer es vulnerable, no tiene forma de defenderse, está lo suficientemente asustada como para ni siquiera comunicar su situación a otras personas o buscar ayuda.

La violencia de género, pues, se alimenta y nutre en el miedo de la persona violentada. Por medio del miedo el agresor (o agresora) se crece, obtiene vía libre para manifestar su ira y obtener lo que quiere. Lo usual es que el agresor desee dominar a su pareja. La dominación puede tener varios orígenes pero lo que es incuestionable es la gran cantidad de violencia anterior a una situación de intento de homicidio.

Hoy, 20 de Abril de 2013, me he encontrado con la noticia de una mujer angoleña treintañera encontrada muerta por apuñalamiento hoy mismo en una vivienda del centro de Madrid. El supuesto autor del homicidio, si bien identificado, no ha sido localizado todavía. Vemos, pues, el patrón habitual de un crimen de este estilo: homicidio de la víctima y posterior huida del agresor.

Hay que mencionar que los agresores en casos de violencia de género son personas realmente cobardes. Buscan ampararse en el miedo de la víctima para llevar a cabo su tarea de dominación y abuso. En muchos casos la víctima, sumida en el miedo, es incapaz de defenderse físicamente y el agresor es consciente de ello.

Se encontró el cuerpo sin vida de la mujer angoleña en el suelo con un corte profundo en el cuello y puñaladas en varias partes del cuerpo. Encontramos en este hecho otro de los patrones de este tipo de crímenes. El agresor , hecho una furia, procede a matar a su pareja de forma violenta sin conformarse con ejecutarla sino que entra en una vorágine destructiva y apuñala muchas veces a la persona que supuestamente ama.

Después de ello, cuando el agresor se cansa o termina su macabra obra, algo lo trae devuelta a la realidad y éste se da cuenta de lo que ha hecho. En ese momento el agresor es plenamente consciente de lo que acaba de hacer y hay hasta 3 alternativas.

Algunos no lo soportan y se suicidan acto seguido. Otros no pueden vivir con la culpa y se entregan. 
Por otra parte, y posiblemente los más peligrosos, sabiendo la gravedad de lo que han hecho huyen de las autoridades pues son lo suficientemente cobardes como para no enfrentarse a algo que no puedan dominar, en este caso las fuerzas policiales. Estos sujetos podrían cometer más actos similares con otras inocentes víctimas si no se les apresa.

Por lo tanto, es imperativo que las autoridades encuentren y encarcelen a estos criminales desalmados.

H.D.A., presunta mujer angoleña víctima de otro caso de violencia de género, espero que ahora puedas descansar en paz, en un lugar en el que tu agresor ya no te pueda hacer daño.

Recordemos que el silencio o la indiferencia benefician al agresor.

César P.

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